De noche se escucho un gato maullar de forma estrepitosa, parecía un bebe llorando, la madre del joven se asusto y fue a ver que ocurrió, el joven no le dio mayor importancia al suceso tampoco.A los pocos segundos la madre sale corriendo y hablando en todo fuerte que hay un gorrión muriendo en el piso, parece que desea armar un alboroto pero el joven solo le mira y no le presta atención. Ella lleva el pájaro herido en sus manos, tiene una expresión en su rostro como si fuera a llorar, pero no lo hace y el joven mira al gorrión agonizante y pide que se lo de, al pasárselo ella le dice:
-"Aun siento su calorcito...va a morir, hay que hacer algo"-
El joven le mira indiferente y lo deposita en una caja vacía, le limpia la herida que a primera vista no parece grave, pero el joven ha visto otros pajarillos con esas heridas y presupone debe ser mortal para este también, después de todo es difícil que logre sobrevivir, luego de eso le deja un poco de alimento finamente molido en caso que pueda comerlo y lo deposita arriba de un kiosco cercano.
El joven vuelve a entrar a la casa y su madre aun un poco perturbada le pregunta que pasara con el pájaro, el le mira y dice en tono seco:
-"Morirá obviamente, solo es cosa de tiempo, no se porque te cuesta tanto aceptarlo..."-
La madre se aleja indigna por la indiferencia de su hijo, el joven se siente sorprendido por su propia indiferencia ante el gorrión, pero luego lo piensa nuevamente y se siente un poco triste, el sentimiento dura unos pocos segundos, pero es suficiente para hacerle reflexionar sobre la vida y la muerte, ese eterno ciclo que debe aceptar, aunque no le guste, espabila un poco y se sumerge en sus ocupaciones nuevamente, pero el lo sabe y esta consciente...
"Espero te salves pequeño pájaro...aunque todo me diga que morirás...espero te salves..."
Fin.
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