Sin notar cuanto ha caminado el joven, ya que no sabe despegar los ojos de su libro se da cuenta que esta en un lugar mas urbano, una especie de plaza entre un mar de urbanización, muchos autos por los costados de esta larga pero angosta "plaza", el joven sigue caminando y se da cuenta que el cielo ya se comienza a ver rojizo, un poco cansado se sienta en una de las bancas y continua su lectura, este lugar parece tener ciertos recuerdos también, pero el sol no detendrá su recorrido ni sus ojos la lectura.
Ya el sol comienza a ocultarse tras las montañas, mientras leía el joven de reojo observaba un café un poco particular, desde la plaza se podía ver y tenia un hombre con un alfil por cabeza pintado en su fachada, el joven se levanto y siguió su camino, el café parecía agradable así que pasaría por allí nuevamente.
Mientras el joven andaba sin rumbo claro se dijo "Parece que el sol se escapa nuevamente, la noche y el día llegan con cada soplo, mi mente recuerda cada luna como si fuera hoy mismo, recuerda cada brisa y cada sueño, parece que el sol se escapa nuevamente, pero la luna es quien llega a cuidarme..."
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