domingo, 28 de febrero de 2016

Bakemono-Monster-Monstruo

Un monstruo (del latín monstrum) es un concepto muy amplio ligado a la mitología y la ficción. Se aplica a cualquier ser que presente características, por lo general negativas, ajenas al orden regular de la naturaleza. Los monstruos se describen como seres híbridos que pueden combinar elementos humanos, animales, y necrológicos, así como tamaño anormal, y facultades sobrenaturales. El término se reserva para seres que inspiran miedo o repugnancia. También suele utilizarse como descalificativo, para referirse a personas cuyos actos van en contra de los valores morales propios. Asimismo, puede usarse de modo positivo, para referirse a personas que descollan en alguna disciplina.
-Siempre pensé que era alguien retorcido pero hoy veo que soy un monstruo, fui capaz de engañar a quien quise y seguir con mis mentiras mas allá de lo que yo mismo estimaba, pero todo cae por su propio peso y hoy yo me hallo a mi mismo en el fondo, siento tristeza por lo que me convertí, jamas tuve la intención de ser esto, pero uno no puede escapar de si mismo. El dolor que siento no es tanto por mi y lo que he perdido, seria demasiado arrogante si así lo fuera porque tengo merecido perder, sino que es por el daño que hago, porque aunque sea un monstruo, no implica que no pueda sentir nada, hasta los demonios pueden llorar y he hecho daño a la persona que quería, me hubiera gustado que las cosas no terminaran de esta forma y tener el valor de darles un fin adecuado, pero me pregunto si existía una cosa como esa, en mi afán de proteger a las personas que estimo del dolor no considere sus propios sentimientos y termine siendo un egoísta, un cobarde y un monstruo. Ahora que todo acabo soy libre, quizás como quería, pero el peso de la libertad me sigue condenando, el peso de las personas a las cuales he hecho daño, de la persona que dañe, el daño no puede revertirse, el tiempo no puede volver atrás, las cosas sucedieron tal como debían, producto de mis acciones, porque no puedo esperar nada mas de mi mismo y porque el calificativo que me dieron es acertado, soy un monstruo, soy un ser asqueroso, soy retorcido, no soy alguien malo, pero si alguien dañino y por lo mismo debería pagar como tal, yo no soy la victima de esta historia, estoy muy lejos de serlo, no espero con este escrito generar compasión o pena, todo lo contrario, si alguien lo ve, tómelo como advertencia, soy un monstruo y si te mezclas sentimentalmente conmigo te dañare, porque eso hago, hago daño. Por mas que pida perdón el daño que hice y que haré siempre existirá, por lo que sin esperar mucho mas, dejo estas lineas como recordatorio a mi mismo, eres un monstruo, y decepcionaste a quien te quería, eres un monstruo y debes lidiar con ello, eres un monstruo.


sábado, 13 de febrero de 2016

Vida salvaje -Invierno- (fuego)


El frió entraba sin reparos por la puerta destrozada de la cabaña, el humilde hogar donde alguna vez reino la paz, afuera de la cabaña se encontraban dos soldados heridos, otros dos muertos y un enigmático hombre en una oscura armadura, Violeta le había dicho a Pazu que aquel ser que el había enviado a volar era su propio hermano, el cual fue llamado "Crisantemo", Pazu podía notar que algo andaba mal con todo lo ocurrido, no solo era el hecho de que hubieran profanado su hogar, sino que aquellos hombres eran soldados, entrenados para defender y atacar, ¿porque ellos acompañarían al hermano de Violeta?, ¿porque aquel hombre busco a Violeta' y por ultimo, si este hombre le busco intentando dar con su familia, ¿porque este hombre le había golpeado?, existían muchas preguntas en la mente de Pazu pero este no podía responder a ninguna de ellas. Mientras Pazu pensaba en todo lo ocurrido volvió a sentir ruido fuera de la cabaña, Violeta se encontraba aun en estado de shock por todo lo ocurrido pero poco a poco se volvía a incorporar, mientras Pazu se dirigía hacia afuera de la cabaña Violeta le dijo en tono tembloroso:
-Pazu...por favor, no mates a mi hermano, luego te explicare todo lo ocurrido, pero no le mates por favor...- Al escuchar esto Pazu asintió y le dio su palabra, no quería ver correr mas sangre por este día. Al salir noto como los dos soldados se acercaban hacia un árbol donde yacía el cuerpo de Crisantemo, se encontraba sentado en el suelo con el cuerpo apoyado en un gran árbol, los hombres se acercaban al cuerpo de este como si no pudieran creer lo que veían, Pazu se detuvo a observar el cuadro que se formaba, luego de unos segundos los miembros de crisantemo volvieron a responder, y poco a poco se puso de pie, como si nada hubiera ocurrido, Pazu no podía entender como aquello podía ocurrir, aquel golpe que le había asestado como mínimo debía haberle roto algunas costillas, era imposible que aquel hombre se levantara como si nada hubiera ocurrido, los soldados al ver como su líder se levantaba sin problemas se le acercaron y colocaron una rodilla en el suelo, mostrando sus respetos, al unisono explicaron como el oso había salido de la nada y como sus esfuerzos no resultaron efectivos para detenerle, Crisantemo sonrió complacido y permitió a los soldados levantarse, entonces les ordeno retirarse, los soldados dudaron un segundo pero luego se dieron la vuelta a un lugar alejado observando desde la distancia, Crisantemo comenzó a tantear como se encontraba su armadura y se sorprendió al notar como había sido hundida, entonces lentamente inicio a dar pasos hacia Pazu sin dejar de mirarle directamente a los ojos, Pazu comenzó a sentirse presionado por aquella presencia, era solo un humano pero algo era raro en el, ademas de todo lo que ya había visto, el hombre bestia Pazu tenia un mal presentimiento de todo lo que allí ocurría, antes de que pudiera decir nada Crisantemo le quedo observando y dijo:
-Así que tu debes ser "Pazu", Violeta me comento que tu le cuidabas, perdonad mis duros modales, pero debo decir que no esperábamos que el oso que nos ataco fueras tu, Violeta olvido comentarme ese pequeño "detalle" sobre ti- Al decir esto pareció sonreír por unos segundos, luego continuo:
-Pero he de aceptar que tu fuerza es admirable, las leyendas que se comentaban de este lugar no eran solo charlatanerías de viejos y niños, el hombre condenado al exilio eterno, el hombre condenado a la bestialidad, siempre pensé que solo te habían asesinado como un perro, pero veo que tu generaste la leyenda de la que tanto se hablo, eres una criatura interesante Pazu o debería decir...- entonces como si recordara algo importante no termino su oración, Pazu se encontraba cada vez mas confundido, que sentido tenia todo aquello que había dicho, ¿acaso le conocía?, sin poder soportar mas las dudas Pazu le hablo:
-Tu Crisantemo hermano de Violeta, ¿porque estas aquí?, ¿porque atacaste a tu hermana? , quien eres y porque me conoces, responde, no te asesinare porque Violeta me lo ha pedido pero tu presencia me disgusta- Al terminar noto como Crisantemo se detenía a una distancia prudente de el y comenzaba a reír, luego de unos segundos termino aquel extravagante acto y dijo:
-Oh Pazu, Pazu, o así al menos has pedido que te llamen, ¿no recuerdas nada de ti?, es una lastima, podrías haber sido el hombre mas poderoso del reino pero siempre querías conservar tu pureza, tu misión sagrada de defender al débil, tipos como tu son los que me dan asco, los que no son capaces de tomar el destino con sus manos porque están demasiado ocupados pensando en los demás, pero descuida Pazu, todo se te revelara en su momento, pero no seré yo quien te lo diga, solo te daré una pequeña ayuda, ¿como te llamas "Pazu"?.- Al terminar de decir esto Pazu comenzó a sentir como en su mente comenzaban a brotar recuerdos neblinosos como si en un puro rió comenzara a correr suciedad que todo lo engulle, Pazu intento responder al hombre pero cuando intentaba recordar su nombre su cabeza parecía que fuera a estalla, nada podía salir de su memoria mas que dolor y imágenes que no podía determinar, ¿porque estaba condenado en primer lugar?, el se había abandonado a su destino como si no hubiera nada que pensar de este, pero algo andaba mal, poco a poco todo en la cabeza de Pazu todo parecía perder sentido. Antes de que el confundido hombre bestia cayera en la desesperación Violeta apareció detrás de el y le dio un abrazo, no dijo nada, solo intentaba reconfortarle, ella tampoco entendía mucho de la situación o porque su hermano parecía conocer a Pazu, pero este no era el momento para seguir presionándole, entonces Violeta se dirigió hacia su hermano:
-Crisantemo, déjanos en paz, yo no deseo volver a la ciudad, no tengo nada que hacer en esa vida vacía y monótona, aquí me siento viva, solo quiero encontrar la paz que tenia con mi padre-, Crisantemo respondió:
-Pequeña Violeta, ¿crees que me interesa tu regreso? , yo busco aquello que portas, bien podrías dármelo y todo esto podría tener su fin, solo dame el pendiente que portaba nuestro padre, eso y te dejare en paz.- Crisantemo parecía completamente seguro de lo que decía, entonces Violeta respondió:
-No hay manera de que te entregue el único recuerdo que tengo de mi padre, solo vete, déjanos en paz, eso no te sirve de nada, no entiendo tus intenciones...-Violeta estaba nuevamente al borde de las lagrimas, deseaba que esta situación acabara cuanto antes, mientras todo esto ocurría Pazu había permanecido en silencio intentando ordenar sus pensamientos, pero por ahora la prioridad era expulsar a aquel intruso que hacia llorar una y otra vez a su preciada amiga, Pazu empujo amablemente a Violeta dentro del hogar y esbozo una pequeña sonrisa, entonces se dirigió hacia Crisantemo con seguridad:
-No recuerdo mi nombre ni mi pasado, todo es muy confuso en este momento, pero se que te debo expulsar de este lugar, has dañado a una persona querida para mi, has penetrado en mi hogar sin permiso y sobre todo, eres alguien amenazante, mis sentidos dicen que debo expulsarte cuanto antes.- Al terminar de decir esto Crisantemo sonrió y aplaudió, entonces respondió:
-Veo que sigues siendo el mismo hombre que conocí alguna vez, un completo idiota, pero si estas tan decidido a expulsarme de este bosque, aquí te espero- Al decir esto Crisantemo en vez de coger su espada, se coloco en posición de pelea, como si esperara combatir con sus puños. Pazu no llegaba a comprender que tramaba aquel sujeto pero en ese momento no tenia intención de dejar pasar todo lo que el había hecho, no le iba a asesinar pero si planeaba incapacitarlo, algo le decía que aquel hombre era muy peligroso para el y para Violeta, aceptando su desafió cambio a su forma osuna y se abalanzo sobre aquel hombre, cuando iba a dejar uno de sus enormes brazos, aquel hombre con una velocidad fuera de lo común le esquivo, Pazu continuo atacándole y aquel hombre solo le esquivaba, llego el momento en que Pazu le envistió y iba lograr dejar caer sus garras sobre el , pero en ese instante el hombre cambio, su pelo creció como una enorme melena, su cuerpo pareció crecer con el, sus ojos mostraron un brillo distinto, aparecieron unas pequeñas orejas en su cabeza,de su boca sobresalían unos colmillos como si fuera una bestia y sus manos parecían unas enormes garras de animal, el hombre detuvo su golpes con sus manos desnudas, Pazu no entendía lo que allí ocurría, el hombre una vez detuvo el golpe intento ir por el abdomen del oso con sus nuevas y afiladas garras, pero Pazu alcanzo a retroceder, Pazu volviendo a su forma humana le quedo mirando, aquel hombre era completamente distinto a lo que había visto antes, entonces le pregunto que es lo que el estaba haciendo, Crisantemo sonreía siempre con altanería y no pareció molestarle revelar su secreto:
-Pazu, acaso creías que solo tu podías tener una habilidad tan sorprendente como la de tener la fuerza de una bestia, ¿ello no seria demasiado bueno para una sola persona?, ¿pensabas que eras el único?, aun así, tu eres defectuoso, no puedes llevar tu transformación al siguiente nivel, observadme, yo el hombre león Crisantemo puedo derrotarte como si fueras un simple siervo, no necesito cambiar mi cuerpo al de la bestia, puedo estar en una etapa superior, obteniendo todos los beneficios de ser un hombre y una bestia, espero no te sientas demasiado abrumado, aun hay muchas cosas que no recuerdas del mundo al parecer, pero suficiente charla, debo asesinarte, ese pendiente no se obtendrá solo.- Al decir esto Crisantemo comenzó a atacar despiadadamente a Pazu, este tuvo que retornar a su forma osuna rápidamente para poder contrarrestar los fuertes ataques de Crisantemo, pero este lograba hacer cortes en la piel de Pazu, ciertamente Crisantemo tenia una habilidad envidiable en el combate, Pazu aun se encontraba estupefacto por la cantidad de información que atravesaba su cabeza, no era el único hombre bestia, existían mas como el, ¿porque había sido condenado?, y como es que aquel hombre le conocía, todo ello ocurría mientras intentaba combatir contra aquel sujeto, pero estaba siendo derrotado, si no hacia algo rápido terminaría demasiado herido como para poder continuar, Pazu intento pensar en algo pero no lo lograba, hasta que ideo un plan, se jugaría su vida en aquel ataque. Pazu dejo una abertura en su defensa para que Crisantemo le atacara, Pazu simulo estar mas cansado de lo que parecía para provocarle, si la personalidad de Crisantemo era como se dejaba ver, su soberbia podría jugarle en contra, tal como había estimado Pazu, Crisantemo ataco aquella abertura sin piedad y en ese momento Pazu recibió el golpe de lleno, sintió como las garras entraban por sus costillas, solo esperaba no dañara ningún órgano interno, pero en ese momento abrazo con fuerza a Crisantemo, si bien los leones pueden tener fuerza y velocidad los osos tienen una fuerza sorprendente en sus brazos, al hacer esto Crisantemo intento zafarse, pero ya era demasiado tarde, Pazu lo había logrado atrapar bien y comenzó a ejercer fuerza, esperaba al menos quebrar algunas costillas para debilitar y exigir su retirada, Crisantemo intentaba zafarse desesperadamente pero no lo conseguía, poco a poco primero su armadura y luego sus huesos comenzaron a ceder, Pazu noto cuando sus costillas crujieron, pero Crisantemo en un intento desesperado intento morder a Pazu, este al notar aquello le soltó, antes de que pudiera escapar nuevamente, alzo uno de sus brazos y le impacto azontandolo contra un árbol a lo lejos, Crisantemo se encontraba derrotado, aunque su cuerpo fuera el de un hombre o una bestia, había sufrido demasiado daño ya, Pazu no se podía decir que estuviera en una mejor condición que la de el, Crisantemo logro estar de pie nuevamente, pero comenzó a escupir sangre, con los ojos destellando fiereza comenzó a insultar a Pazu , pero dijo:
-Maldito, maldito, maldito, te detesto, esto no acabara así, despídete de tu asquerosa vida tranquila, volveré por ti maldito Lilium... - Al decir aquello pareció retractarse pero ya era tarde, había revelado el nombre de "Pazu", este al escucharlo sintio como si un trueno le atravesara el cuerpo, una serie de imágenes sin sentido pasaban por su mente, imágenes de guerras, el siendo caballero, el estando con una mujer, sirviendo a un rey, nada tenia sentido en aquellas imágenes para Pazu, pero este no era el momento para reflexionar en ello, Pazu reflexiono en ello unos segundos y volvió a incorporarse diciendo:
-Vete de este bosque y no vuelvas, no me interesa como me has llamado o algo mas, solo vete.- Crisantemo le miro con desprecio y comenzó a retirarse a rastras caminando hacia donde se encontraban sus soldados, aquella disputa parecía no terminaría así. Violeta que había mirado todo lo ocurrido desde la cabaña no lograba entender nada de lo ocurrido, su hermano era un hombre bestia, el verdadero nombre de  Pazu era "Lilium", aquel nombre era reconocido en donde ella venia, mientras pensaba estas cosas pudo ver como Pazu miraba seriamente como se alejaban aquellos hombre en su forma osuna, no dejo de observarles hasta que no se lograban divisar, entonces una vez ellos desaparecieron en el horizonte Pazu volvió a su forma humana y se desmayo, había un pequeño charco de sangre sobre la blanca nieve en la que se encontraba parado, tenia heridas grabes que no sanarían prontamente, Violeta cargo a Pazu hasta la cabaña y le recostó, a pesar de que ella había estado enferma un día antes, todo lo ocurrido le había dado nuevas fuerzas, Pazu parecía encontrarse mal, intento vendar todas sus heridas y esperar que estas cerraran lo antes posibles, después de todo su regeneración era algo fuera de la norma, pero ¿porque su hermano estaría tan empeñado en obtener aquel pendiente?, ¿porque Pazu se llamaría "Lilium"?, Violeta sabia muy bien a quien correspondió alguna vez aquel nombre, un antiguo caballero, considerado el caballero sagrado por el reino, se decía que era el mas gentil y fuerte de todos los caballeros del reino, nunca le había visto y solo había escuchado de el cuando era niña, luego se dijo que traiciono a su propia patria y que por eso fue condenado al exilio, todo guardaba un poco de sentido pero no terminaba de cuadrar aquella historia con lo que ella conocía de "Pazu", aun así lo que importaba en este momento era sanar las heridas de su amigo que le había defendido sin importar que, ya habría tiempo para charlar al respecto.
Era de mañana cuando Pazu despertó, a su lado se encontraba durmiendo Violeta, Pazu no lograba recordar como llego a aquella cama, al intentar moverse pudo sentir el agudo dolor en muchas partes de su cuerpo y junto con el dolor, los recuerdos volvieron a su mente, recordaba la batalla que había librado contra Crisantemo y como este le había herido de gravedad, también recordaba acerca de su verdadero nombre "Lilium", luego se había desmayado, al parecer Violeta se hizo cargo de el, lo cual seguramente fue una molestia, ella estaba enferma y el solo pudo agravar la situación, intento levantarse pero todas las fibras de su cuerpo le decían basta, aun asi logro ponerse de pie, mientras el realizaba esta dolorosa acción Violeta despertó, al verle solo se abalanzo sobre el llorando, entonces le dijo:
-Pensé que no despertarías nunca mas...luego de que te desmayaste no despertaste en todo el día de ayer, estaba tan preocupada...me alegro tanto de verte despierto.- Luego de eso Pazu le acaricio la cabeza para darle calma, el ya estaba despierto y no había nada de que temer, al volver a ver sus heridas noto que se encontraban camino a cicatrizar pero por suerte no parecía haber tenido daños mayores. Cuando Pazu comenzó a ver la cabaña noto como Violeta había improvisado una puerta con algunas tablas y cueros, seguramente se había preocupado por el frío que podría entrar en aquella estación del año, aquella joven era realmente formidable a los ojos de Pazu, parecía una joven delicada pero tenia una fortaleza interna realmente increíble. El día paso sin mayores novedades con cada uno preocupándose en sus labores, la situación estaba lejos de ser tranquila pero mantener la mente ocupada era lo mejor que podían hacer para no decaer, mientras aquello ocurría, Pazu interrogo a Violeta sobre su hermano, si este siempre había sido así de violento y como es que podrían haber dado con ellos en aquel inmenso bosque, a esto Violeta le comento que fueron encontrados gracias a que pudieron ver el humo que la chimenea de la cabaña emitía, por lo que no fue difícil dar con su hogar, respecto a su hermano Violeta no tenia palabras, el nunca se había comportado así, tampoco sabia que había hecho consigo mismo o porque el tenia la habilidad de tener la fuerza de una bestia, ella estaba tan confundida como Pazu al respecto, entonces Pazu le dijo:
-Esto...Violeta, tu sabes algo sobre mi, sobre el nombre que dijo tu hermano que me pertenencia, sabes quien fue "Lilium", o quizás mejor dicho, quien fui yo, no termino de acostumbrarme...- Al decir esto Pazu callo, todo lo que tuviera que ver con su pasado le era ajeno sin mencionar que le traía grandes dolores de cabeza, su mente rápidamente se nublada en el momento que intentaba pensar mas allá de su presente.Violeta respondió en un tono triste:
-"Lilium" alguna vez fue el mejor caballero del reino, yo solo era una niña, pero todo el mundo comentaba sus hazañas y como cuidaba de todos en el reino, luego sin mayor aviso fue condenado de traición, nadie nunca entendió el porque, solo se supo aquello y que fue condenado al exilio, creo que calza contigo, pero tu eres un traidor...yo confió en ti "Pazu", o debería llamarte "Lilium".- Al escuchar esto Pazu no supo que decir, no podia recordar absolutamente nada, pero le dijo:
-Si mi nombre es "Lilium" es algo que alguna vez fui, no es lo que soy hoy en día, hoy en día soy el hombre oso "Pazu", tu fuiste la primera persona que lo dijo joven señorita Violeta y deseo que me sigas diciendo así, no necesito otro nombre mas que aquel.- Al decir esto Violeta se sonrojo un poco pero asintió amablemente. Pazu y Violeta discutieron el curso que debían tomar por el momento, una vez hecho esto, ambos intentaron descansar durante aquella noche.
Ya era medio día cuando un ejercito comandado por Crisantemo el cual parecía aun no recuperarse de todas sus heridas se acerco a la cabaña, los soldados apuntaron a la cabaña flechas incendiarias y comenzaron a quemar esta misma, esperaban que saliera Pazu o Violeta, pero nadie se presento, era evidente el disgusto en la cara de Crisantemo, muy a lo lejos en el bosque Pazu en su forma de oso cargando muchas provisiones llevaba sobre si a Violeta, ella llevaba a su vez un gran bolso improvisado con provisiones y aquello que hiciera falta, al volver la vista hacia atrás notaron el humo, era evidente que el hogar donde habían habitado se encontraba en llamas, ver aquella nube negra en un páramo tan blanco manchaba el ambiente, Pazu y Violeta habían determinado abandonar aquel lugar puesto que era demasiado peligroso para ellos continuar allí, esto sumado a las palabras de Crisantemo los motivo a seguir este plan, ellos no sobrevivirían mucho tiempo en el bosque invernal solo con lo que llevaban, era necesario encontrar un pueblo e intentar obtener información sobre Crisantemo, por ahora solo quedaba la esperanza de un nuevo viaje, Pazu miro una ultima vez la que creyó seria su tumba, Violeta se despidió del lugar donde yacía su padre, pero no había tiempo para lamentarse, el invierno continuaba y para ellos, la aventura solo comenzaba.

(Espero alguien lo lea antes de que vuelva... ^^...buenas noches.)

miércoles, 10 de febrero de 2016

Sueño 09/02/2016

Es de noche, voy caminando con amigos hacia mi hogar, todo parece normal, mientras caminamos nos encontramos con una calle mas oscura de lo normal, parece como si los focos que alumbran las veredas fallaran durante un tramo, en ese espacio oscuro alguien aguarda, parece un delincuente, sigo caminando con mis amigos , el sujeto se acerca a nosotros intentando abordarnos de alguna forma, yo le digo a mis amigos que sigan caminando, que yo arreglare el asunto. El sujeto me pregunta si tengo algo para el, yo le quedo mirando y respondo que nada que yo sepa al menos, en ese instante saca una cuchilla automática y la acerca a mi estomago, entonces en un tono ya no amistoso me amenaza, alegando que le diera lo que tenia encima, yo le miro nuevamente y me hago el desentendido, le respondo diciendo que aleje esa cuchilla o le golpeare, el delincuente al escuchar mi amenaza intenta apuñalarme en el estomago, por suerte alcanzo a ver sus intenciones y puedo conectar un codazo hacia su cabeza, de inmediato sujeto su cuchilla y se la clavo a el en las costillas, veo como su cara se retuerce de dolor, siento como el y yo nos manchamos con su sangre, luego de aquel momento le empujo con un golpe y el cae al suelo, yo sigo con la cuchilla en mis manos, en un arranque de rabia hacia el delincuente y su agresión tomo la cuchilla y la clavo en su pierna cerca de la cadera, entonces la muevo hacia la rodilla, generando un corte largo y sangrante, el delincuente grita de dolor y se retuerce pero repetiré el proceso una vez mas en su otra pierna, una vez el sujeto solo grita y llora le pateo en el rostro y me alejo, llevo conmigo la cuchilla ensangrentada junto con mis ropas manchadas, corro hacia mi hogar, nadie espero por mi. Una vez en mi hogar me cambio rápidamente de ropa y comienzo a pensar en como deshacerme de la cuchilla, Idea un plan donde con un esmeril la desgasto y termino volviéndola polvo, así no habrán evidencias mientras mis ropas se lavan. Afuera hay un revuelo, los policías buscan al culpable de agresión a un delincuente, siento una infinita rabia hacia el sistema donde las personas de bien deben esconderse y los delincuentes tienen las calles libres, finalmente me calmo y sigo con mi plan...después de todo, no deberían descubrir quien fue. luego de eso todo se vuelve neblinoso. 
(al menos, solo fue un sueño)

lunes, 8 de febrero de 2016

Vida salvaje -Invierno-

Parte 1
Parte 2
En un bosque sin nombre alejado del mundo conocido por el hombre, un manto congelado, delicado y hermoso cubre de forma singular los espesos arboles que cubren el inmemorial territorio, el invierno a llegado a estas tierras olvidadas por el hombre común, en este páramo congelado se dice que transita un hombre bestia condenado por una antigua maldición. En la espesura del bosque una cabaña vuelve a dejar salir una pequeña bocanada de humo, hay rastros de una choza con calefacción en este maravilloso bosque congelado, entre la nieve se puede ver los seguros pasos de una enorme bestia, huellas de oso es lo que son, pero algo extraño hay detrás de estas huellas, pisadas de un considerable menor tamaño le siguen, pareciera ser que un humano acompaña a tan temible bestia. Pazu camina en su forma osuna mientras lleva madera seca sobre si, le sigue la joven Violeta abrigada por pieles de animales, un traje rustico pero abrigador, mientras lleva un saco con algunos alimentos que pueden ser comestibles, aquel saco no parece estar pletórico pero contiene la cantidad necesaria para sobrevivir. Ya han pasado dos meses desde que la joven Violeta decidiera estar una temporada con el hombre bestia Pazu, alejada de la vida normal, donde existen ciudadelas llenas de personas y los hogares son cálidos, pero la vida de Violeta no volvería a ser la misma aunque volviera, su padre, su única familia directa, murió a manos de bandidos y ella por suerte del destino logro salir viva de aquel encuentro con la muerte, Pazu a su vez tiene una vida diferente a la habitual, su vida no tenia mayor preocupación que la de olvidar, sobrevivir jamas supuso un problema, pero el olvidar si, condenado a su forma bestial y castigado con la eterna soledad los días que pasa con su pequeña allegada han dado calma al frió corazón de Pazu, El invierno llego lentamente desplazando las hojas doradas por un blanco inmaculado, el rió semi congelado ofrece un espectáculo de colores hermosos y la naturaleza descansa esperando despertar en la siguiente estación, así con estos fríos y tranquilos días Violeta y Pazu recorren los blancos senderos sin nombre. Al volver a la cabaña se pueden ver algunos cambios en esta, parece un lugar mas ordenado con el toque que solo podría dar una personalidad femenina, ahora existen dos camas con un grado de confección mayor al estilo rustico anterior, a su vez la cocina parece tener mas instrumentos y existe una variedad de repisas con utensilios para el hogar, algunos libros por el lugar, rescatados de la carroza donde se transportaba Violeta con su padre y siempre con flores, aun en invierno, la tumba de el padre de Violeta junto con el cochero. Una vez entra Pazu y Violeta a la cabaña esta enciende la chimenea del hogar y comienza a preparar lo que sera su almuerzo para el día de hoy, Pazu vuelve a su apariencia humana , solo cubre su parte superior con una chaqueta de cuero que queda abierta, sigue solo teniendo pantalones y sigue descalzo, su forma humana mantiene beneficios de su forma bestial, lo cual en esta temporada parece bastante cómodo a pesar de ser una maldición. Comen juntos y charlan de asuntos sin mucha importancia, mientras charlan Pazu puede notar que Violeta se encuentra un poco decaída, su personalidad no resalta por ser efusiva pero siempre parecía de animo para charlar y mantener el buen animo, entonces Pazu pregunta en tono preocupado:
-Violeta, estas un poco distinta hoy, puede que solo sea una impresión equivocada pero ¿te encuentras bien?- Al terminar de decir eso Pazu agudiza sus sentidos para intentar ver si puede averiguar algo por ese medio mientras Violeta le responde:
-...(suspiro)...tranquilo Pazu, estoy bien, solo estoy un poco mas agotada de lo normal, solo eso, no es nada de lo que preocuparse- Al terminar de decir esto Violeta sonrió débilmente pero claramente pareciera que algo le afectara. Pazu con sus sentidos sobre humanos no pudo detectar nada mas ademas de un pulso mas débil de lo normal, por lo que asumió que debía decir la verdad y no quiso seguir hostigando a la joven, lo mejor seria dejarle descansar hasta que se sintiera mejor, por lo que Pazu solo respondió:
-Si necesitas algo debes hacérmelo saber, si estas en mi cabaña eres mi responsabilidad y no deseo que ningún mal te aqueje, eres mi invitada pero también te has vuelto mi amiga- Al terminar de decir esto Violeta sintió una gran alegría, no era usual que Pazu diera alguna señal de cariño pero siempre era muy atento con ella, parecía que intentaba mantener su distancia aunque le fuera difícil hacer esto mismo, la joven pensaba que el debía tener sus motivos y por lo tanto sentía gran dicha cada vez que sentía que su testarudo hombre bestia mostraba mas de un sentimiento por ella. La tarde continuo y poco a poco la noche llego, este páramo helado se tornaba de un azul hermoso, la luz plateada de la luna hacia ver aun mas pura la blanca nieve y las sendas oscuras y heladas parecían guardar secretos de la naturaleza que congela, la cabaña de Pazu deja salir suavemente humo por su chimenea y esto logra la calefacción de la humilde cabaña, Pazu sale a deambular por la blanca nieve, aquello le recuerda que esta vivo, a su vez le sirve para pensar en soledad, desde que la joven Violeta había llegado a su destino, muchas cosas habían cambiado y entre ellas su soledad, Pazu a pesar de estar muy agradecido con Violeta era alguien de costumbres y necesitaba tiempo para si mismo, desde que tenia memoria era así, o al menos lo que su memoria le permitía recordar de si mismo, siempre antes de salir de la cabaña verificaba que Violeta se encontraba bien y no faltara nada en su ausencia, a pesar de todos sus cuidados nunca se sentía seguro de alejarse mucho ya de su cabaña, sentía la imperiosa necesidad de cuidar de la joven Violeta, desde su perspectiva aquella muchacha solo era una joven, algo mas que una niña, necesitaba ser cuidada, el siempre cuido de si mismo y velo solo por su propio bien, aun así sentía que algo faltaba en su interior, la sensación de velar por alguien mas le parecía tan natural como quien recuerda que el cielo es azul, aunque cada vez que intentaba recordar a quienes cuido alguna vez, el sórdido dolor de cabeza volvía, el solo pensar en su pasado era ya una molestia, por lo mismo se concentraba en su presente y como atesoraba nuevos recuerdos, aun recordaba la primera vez que la joven Violeta había visto la nueva cama que el había tallado para ella, o como cada vez que se encontraba en su forma de oso Violeta le abrazaba una pata como si fuera un peluche para luego intentar montarle, el hombre bestia no se lo permitía pero entendía que con esos juegos infantiles ella intentaba alegrar a aquel hombre que siempre parecía a un paso de la locura y la angustia portando una mascara de serenidad. Pazu vio la luna en lo alto y pensó que era hora de volver, se había vuelto una costumbre para el intercambiar algunas palabras antes de dormir con su pequeña allegada. Al llegar a la cabaña Pazu pudo sentir que algo andaba mal, había un aroma distinto al común, Violeta saludo débilmente a Pazu desde su cama y no dijo nada mas, como si el agotamiento hubiera podido con ella, el hombre bestia se acerco rápidamente a donde yacía Violeta y le observo, se encontraba con sus mejillas coloradas y sudaba, al poner la mano sobre su frente pudo notar que se encontraba ardiendo y que su sudor era frió, Pazu entendió de inmediato que la joven de cabellos oscuros se encontraba enferma, posiblemente no estaba acostumbrada al clima del lugar o los cuidados que tenia en su antiguo hogar eran mucho mas grandes, quizás ella no era tan fuerte como decía ser y se había esforzado mas de la cuenta, Pazu comenzó a tener tantas preguntas en su cabeza que tuvo que darse un golpe para espabilar y comenzar a pensar como solía, mientras Pazu le observaba y Violeta despertó y en un tono delicado dijo:
-Hola Pazu...no te preocupes por mi...esto solo debe ser un resfriado...mi salud es fuerte pero hasta alguien como yo puede enfermar a vece...-antes de que pudiera terminar su frase comenzó a toser y no hablo mas, el hombre bestia sintió como se debilitaba la joven Violeta, como había podido olvidar que las personas enferman sobre todo en ambientes húmedos o fríos, Violeta le acompañaba en pleno bosque congelado con las ropas que habían confeccionado, pero podía que eso no hubiera sido suficiente para mantenerla protegida. Pazu comenzó a pensar como podía ayudarle, entonces Violeta volvió a abrir los ojos y le dijo:
-Pazu...tienes mas pieles, siento mucho frió, solo deseo abrigarme mas por esta noche...- Al escuchar esto Pazu inmediatamente comprobó la temperatura de Violeta y a pesar de estar afiebrada en su cara, su cuerpo se encontraba helado, el angustiado hombre bestia tenia mas pieles pero temía que aquello no fuera suficiente para mantenerla bien, puesto que si le volvía a tener fiebre requería de un cuidado mas de cerca , por lo que determino que le abrigaría el mismo, se transformo en oso sin meditarlo mas y con sumo cuidado cobijo a la joven Violeta, ella al sentir que alguien le cobijaba pudo conciliar el sueño.
Esa noche Violeta tuvo un sueño en donde volvía a ver a su padre, estaban en un verde prado, ella era solo una niña y recordaba como jugaba con el, todo parecía ir muy bien hasta que llegaba su hermano mayor, un hombre de alta estatura y semblante serio, de un momento a otro su padre le abrazaba y le pedía que fuera a el hogar, el necesitaba hablar de algo con su hermano, entonces todo se volvía negro. Violeta despertó abrazando a Pazu, este le miro en su forma de oso con tranquilidad, ella se asusto por unos segundos pero noto la mirada de Pazu y se tranquilizo, el al ver como la joven Violeta había despertado Pazu se levanto y adopto su forma humana, le volvió a tomar la temperatura y a pesar de seguir enferma, se encontraba mucho mas estable a cuando le había encontrado en la noche. Violeta seguía un poco aturdida por el sueño que había tenido y por despertar junto a el preocupado hombre bestia, por lo que le pregunto porque el estaba a su lado, Pazu solo respondió:
-Cuando volví de mi caminata nocturna estabas bañada en sudor con fiebre pero a la vez tu temperatura bajo de un momento a otro, me pediste que te tapara con mas cueros pero pensé que así no podría saber como te encontrabas o si necesitabas algo, por lo que opte por cuidarte, espero no haber sido una molestia, lo siento...- Antes de que Pazu pudiera terminar, la joven señorita Violeta le dio un abrazo y dijo:
-A veces no lo comprendo...¿no dormiste en toda la noche por cuidarme y te disculpas?, debes estar un poco loco, yo soy quien esta enormemente agradecida...- Al terminar de decir aquello Pazu le dejo suavemente en la cama, puesto que aun no se recuperaba del todo la joven señorita. Al asegurarse de que la joven Violeta se encontraba mas estable Pazu le comento que tenia la idea de ir por yerbas medicinales para poder acelerar su recuperación, su olfato le indicaría donde se encontraban ,pero que podría demorar, que se preocuparía de tener todo listo para ella durante el día, mas el se ausentaría buscando aquellas yerbas, no tardaría mas que un par de horas, antes del anochecer ya estaría de vuelta para poder seguir cuidando de la joven Violeta. El hombre bestia cumpliendo con su palabra dejo una porción de comida que solo necesitaba ser calentada por Violeta y ella debería mantenerse en reposo mientras Pazu buscaba las yerbas necesarias para su recuperación. Cuando era el medio día la joven señorita Violeta encendió la chimenea y calentó la comida que le había dejado preparado el hombre bestia, esta no era de lo mejor pero había notado que Pazu se había esforzado en cocinar algo que fuera nutritivo y cálido, mientras el día pasaba lentamente se preguntaba donde se encontraría su estimado hombre bestia,  mientras la joven Violeta se perdía en sus pensamientos mientras comía noto que había movimiento fuera de la cabaña, al salir no podía creer lo que estaba viendo.
Pazu había llegado hasta lo profundo de una cueva para obtener la ultima yerba que necesitaba, al notar que tenia todo consigo podía volver al hogar y intentar cuidar de mejor forma a la joven que comenzaba a estimar, vio como poco a poco el sol se iba escondiendo una vez mas y acelero su paso, deseaba poder cuidar de aquella pequeña vida que confiaba plenamente en el, mientras se acercaba a su cabaña su agudizado sentido del olfato le fue indicando que algo se encontraba fuera de lugar, pero era tal su preocupación por la salud de la joven Violeta que no se detuvo a analizar la situación como era propio de el, al alcanzar la distancia adecuada pudo ver como una tropa de soldados se encontraban fuera de su cabaña custodiándola, Pazu quedo sorprendido, porque soldados estarían custodiando su hogar, mas aun en aquel bosque perdido, ¿acaso serian esta vez bandidos mas organizados?, habían muchas preguntas en la cabeza de Pazu, pero el se concentro en agudizar sus sentidos y organizar en su mente los hechos, al realizar esta acción noto que la joven Violeta aun se encontraba en la cabaña y parecía estar hablando con un hombre, parecía discutir con el, de pronto pudo sentir un golpe, un tipo de bofetada, luego de aquello solo pudo escuchar como el hombre seguía gritando y la joven señorita Violeta sollozaba, aquello hizo perder los estribos a Pazu, de un momento a otro cambio a su forma osuna, sin otra cosa en su cabeza se dirigió hacia la cabaña, una vez los soldados vieron arremeter un gran oso contra ellos, tomaron sus posiciones de ataque, eran cuatro hombres y parecían profesionales, todos portaban grandes escudos y espadas, se encontraban bien equipados con armaduras de cuerpo completo, como solo cabria esperar de soldados altamente entrenados. El oso arremetió contra uno de los hombres para sacarle de su camino, blandió con fuerza sus garras pero el hombre soporto el golpe alzando su escudo, los otros tres hombres tomaron la distancia , dos de ellos arrojaron cadenas para inmovilizar al furioso oso, las cadenas lograron tomar el cuello y los brazos de la bestia, en ese momento los dos soldados que permanecían libres sacaron sus enormes espadas y corrieron contra el oso para apuñalarle, Pazu al entender cual seria su destino si no se movía en cosas de segundos el seria asesinado, solo pudo soltar un gran rugido, uno tan fuerte que logro dañar los odios de todos los presentes, fue tal el sonido que el bosque pareció palidecer por unos segundos, escapando las aves y toda la vida animal deteniéndose ante tal estruendo, eso le dio los segundos necesario para tomar una de las cadenas que lo inmovilizaba y puesto que esta le retenía en vez de ejercer fuerza contra ella, el se abalanzo hacia el soldado que la portaba, no importaba que tan bien estuviera protegido aquel hombre, el no era solo una bestia y una vez estuvo cerca de el con sus garras apunto a un pequeño lugar que quedaba descubierto en su cuello, le asesino de inmediato mientras sus garras atravesaban su garganta, los otros tres soldados que permanecían en pie en vez de acobardarse se incorporaron al ataque aprovechando que el oso se encontraba de espaldas, pero para suerte de el oso, el no era solo una bestia, el era un hombre bestia, tomando el cuerpo inerte del caballero con una mano lo arrojo hacia los caballeros, esto logro detener a dos de ellos pero un tercero logro esquivar aquello y con su espada intento apuñalar al oso, Pazu recibió el golpe con la espada, lo logro calar hondo en su carne pero si le causo una herida, la espada había quedado atorada en el gran pelaje del oso por lo que que solo con sus dos patas la bestia aplasto al hombre sin compasión, tenia que entrar al hogar y ver como se encontraba Violeta, era lo único que importaba ahora, dejo a atrás a los dos soldados que aun no se reponían de haber recibido el impacto con el peso muerto de su compañero y entro a la cabaña, allí solo encontró llorando en un extremo a Violeta, Pazu volvió a su forma humana y comprobó que estaba bien, en ese instante por su espalda algo se movió, Pazu pudo sentir el crujir de la madera y logro dar la vuelta a tiempo, un hombre alto y rubio con una espada intentaba apuñalarle sin miramientos, poseía una armadura de metal negro, parecía hecha especialmente a su medida, Pazu sin miramientos golpeo con su puño el pecho de aquel hombre, hundiendo la armadura de aquel hombre y haciéndole salir disparado por la puerta de entrada, quedando fuera de la cabaña, a pesar de estar en su forma humana, Pazu seguía conservando habilidades sobre humanas ademas de su fuerza, pero no solo eso, el hombre bestia también sabia como luchar con sus puños, algo que el parecía no recordar pero su cuerpo si. Violeta al alzar la mirada y ver a Pazu le abrazo de inmediato, Pazu solo deseaba comprobar que la joven Violeta se encontrara bien, al notar que no poseía ninguna herida se tranquilizo, pero Violeta al ver a Pazu, el se encontraba herido, tenia un corte en sus costillas, no eran de gran tamaño pero sangraba, el hombre bestia parecía no notarlo, pero esto le hizo preocupar y decir:
-Pazu, estas sangrando, ¿estas bien?- 
-Estoy bien, no te preocupes por mi, no moriré por esto, pero tu debes explicarme, ¿que es lo que ha ocurrido aquí?, ¿quien era ese tipo que te golpeo?, ¿lo conoces?...-al decir esto Pazu noto como la cara de Violeta palidecía y no miraba a los ojos de Pazu,finalmente le contesto
-Aquel hombre que intento asesinarte es mi hermano mayor, se llama "Crisantemo", y ha venido por mi- Pazu quedo sorprendido, aquel hombre era parte de la familia de Violeta, parecía un guerrero o algo por el estilo, pronto debería averiguar el motivo de todo este alboroto...
(continuara)


(...para los que no lo sepan, crisantemo es el nombre de una flor)

miércoles, 3 de febrero de 2016

Vida salvaje -Otoño-(noche)



La joven Violeta se disponía a comenzar a preparar la cena, tal cual le había prometido al hombre bestia Pazu, pero al momento de comenzar noto que no sabia nada al respecto de donde se encontraba los utensilios para cocinar, solo veía una mesa, una pequeña chimenea y algunos trastos de madera que parecían tallados a mano, a su vez no sabia donde se guardaba el alimento o donde se encontraría, ni siquiera notaba si existía una olla donde poder cocinar algo por lo que sumida en la extrañeza dirigió una mirada interrogante a Pazu, este se encontraba sentado en la silla, solo que la había movido hacia la ventana y miraba pensativo hacia afuera de la cabaña, al notar que no le prestaba atención Violeta carraspeo un poco pero esto no logro atraer la mirada de Pazu, parecía como si estuviera perdido en sus pensamientos, Violeta se acerco a Pazu y así logro que este volteara donde se encontraba, la joven pensó que a pesar de los altos sentidos que tenia Pazu incluso el podía a veces encontrarse en situaciones sorpresa, Pazu le quedo mirando interrogante ladeando un poco su cabeza, entonces Violeta finalmente le consulto:

-Esto...se que te he dicho que yo cocinaría pero me podrías ayudar con los utensilios de cocina, tu cabaña es acogedora pero realmente no encuentro donde se podrían encontrar estos utensilios, a su vez me podrías indicar donde se encuentran los alimentos, no puedo resolver donde los guardas, si no te molesta...-
Pazu quedo mirándole extrañado unos segundos pero luego recapacito, ofreciendo disculpas le contesto:
-Lo siento señorita Violeta, desde hace mucho tiempo no convivo con nadie que sea humano y se me han olvidado las normas o los implementos con los que ustedes se desempeñan, si vez en ese saco que deje cerca de la puerta podrás encontrar algunas verduras y pescado fresco, mientras dormías fui a buscarle, en cuanto a los implementos de cocina deberé confeccionar algo, desde mi llegada aquí solo he vivido como una bestia, intentando olvidar que era también un humano, tantos años ya que solo tengo mi cabaña y unos pocos artículos, todo lo que necesitaba lo obtenía de mi...-titubeo por unos segundos, pero finalmente respondió- de mi otra forma, en ella todo es mas simple, comer, dormir, esperar olvidar, cuando se tienen largas garras y afilados colmillos los utensilios de cocina no son necesarios...-
Al terminar de decir esto Violeta le quedo mirando con compasión, cada vez que Pazu hablaba parecía estar perdido, como si escogiera cuidadosamente cada palabra pero aun así el sintiera que se equivocaba al hablar, Violeta le calmo diciendo que no se molestara en confeccionar nada, ella encontraría alguna forma de poder llevar adelante la comida, después de todo a pesar de ser la hija única y tener los tratos que se tenían con una alta doncella, ella jamas se sintió como si fuera una princesa o una hija de noble que debía ser atendida, gustaba de acompañar a sus criadas en los quehaceres del hogar, por lo que sabia como sobrevivir sin alguien que le atendiera, aquella señorita parecía poder valerse muy bien por si misma, Pazu escucho atentamente lo que ella le relataba sin interrumpir puesto que le interesaba saber como era la persona con la que se encontraba. Violeta encontró el saco un poco húmedo donde se encontraban los alimentos que había encontrado Pazu, dentro habían algunas zanahorias, papas y frutos secos, ademas de al menos cinco peces, estos no tenían ninguna herida, parecían capturados en el acto por un cazador nato, Violeta solo pudo imaginar que un hombre bestia era capaz de obtener peces sin anzuelo o lanza para cazarlos con tanta perfección, Pazu seguía silenciosamente con la vista cada paso de la joven, intentaba recordar desde hace cuanto tiempo el se encontraba solo, como todo esto había ocurrido, pero los recuerdos no volvían a el, luego intentaba imaginar que podría sentir aquella joven, aun estaría en estado de shock por lo ocurrido, tendría conciencia de donde se encontraba, de que había perdido a su familia, muchas incógnitas lo invadían pero era mejor callar, luego de la comida inventariar charlar con ella acerca de aquellos sucesos. La joven de largo pelo negro decidió finalmente cocinar algo rustico a la medida de los implemento que logro encontrar, pero aun así no era suficiente, entonces se le ocurrió una idea, no estaba del todo segura si funcionaria pero en ese momento su misión era cocinar, no debía dejar entrar otros pensamientos o podría venirse abajo, luego de alimentarse podría preocuparse de otras cosas, por ahora lo importante era mantener la mente ocupada, ella lo sabia bien. Luego de meditarlo un momento se le acerco a Pazu nuevamente y le pregunto si el podía manejar la transformación en bestia a su antojo, ante aquella pregunta Pazu quedo completamente estupefacto, no era para nada normal que alguien la única persona que conocía le preguntara algo de esa índole pero luego de titubear un momento termino por contestar:
-Si...es algo que puedo manejar a voluntad, es como si dejara libre algo que hay dentro de mi, luego ya no soy mas yo, puedo seguir pensado como hombre pero mi cuerpo ya no lo es mas...¿porque me preguntas algo así?-
-Espero no fuera una molestia eso, pero he notado que no tienes ninguna tipo de cuchillo en tu hogar, me imagine si es que con tus enormes garras podías cortar estas papas y faenar los peces que trajiste, eso me permitiría seguir con la cocina, se que es un poco extraño que te lo pida pero me has dicho que no me harías ningún daño y que puedes manejar tu transformación, ¿así que podrías?-
Pazu se mostró extrañado, esta joven no era alguien normal, si el hubiera visto alguien que se transformara en una bestia, imaginaria que se volvería loco o no podría creerlo, pero esta joven parece que se adapto rápidamente a la situación y en vez de angustiarse pensando como esto podría ser, le pedía sin la menor duda usarlo como ayudante de cocina, esta chica era interesante después de todo, Pazuo no pudo evitar sonreír y acepto con un corto y preciso "si". El hombre bestia tomo las cosas que le pidió cortar y salio de la cabaña, la joven Violeta decidió seguirlo y vio una vez mas como el cuerpo de este hombre se tornaba el de una bestia, con sumo cuidado saco sus garras y comenzó a cortar con habilidad los instrumentos como si tuviera por dedos cuchillos, era increíble lo fácil que lo hacia ver, ademas de esto era bastante limpio, procuraba que lo que cortaba cayera en una especie de cuenco y no tocara el suelo, Violeta estaba impresionada al ver aquel espectáculo abajo la luz de la luna, antes de que Pazu terminara de cortar lo que se le pidió, ella se acerco, la bestia lo noto y se detuvo un segundo, ella parecía un poco atemorizada pero avanzaba sin vacilación, en el siguiente momento quedaron frente a frente, ella lo miro incrédula, un verdadero "hombre bestia", aquello que solo existía en el folklore o en los cuentos, pero ni aun así ella llegaba a imaginar que estaría frente a uno de verdad, ella extendió su mano como queriendo tocarle, la bestia osuna le miro hacia abajo, la diferencia de estatura era gigantesca, pero aun así ese pequeño ser se le acercaba sin miedo, ni en sus sueños mas placidos había imaginado que otra alma seria capaz de acercarse en ese estado sin la intención de querer asesinarle o huir despavorido, el acerco lentamente una de sus enormes patas hacia ella, ella pareció retroceder un segundo pero luego de aquella pequeña vacilación se incorporo nuevamente  y tomo la enorme para del oso, a diferencia de lo que vio contra los bandidos que le atacaron, esa pata con enormes garras podía ser muy suave, podía acercarse a alguien sin descuartizarlo o destrozarle, podía ser cálida, podía proteger y no solo asesinar, ella le miro a los ojos y noto que su mirada no era la de una bestia, podía ver los mismos ojos de Pazu, aquellos ojos melancólicos y desafiantes, Pazu a su vez al ver la mirada de Violeta, que parecía ser segura pero en ella podía ver un ápice de melancolía, el no podía llegar a entender que sentía aquella joven pero su valor era digno de reconocimiento, el comenzaba a estimarla, podía ser debido a su soledad o a el valor demostrado, pero poco a poco esta joven a la cual conocía desde hace tan corto tiempo le comenzaba a agradar, luego de aquello el comenzó a destransformarce, su estatura volvía a la normal, el pelaje comenzaba a desaparecer, las garras volvían a su estado de uñas y los afilados colmillos nuevamente eran dientes, al terminar aquel acto imposible, solo quedaba la joven sujetando la mano de el hombre bestia, este no sabia bien que decir y la joven Violeta seguía sorprendida por todo aquello que había visto, las palabras para describir lo que había presenciado siempre quedarían cortas, luego de un momento el con amabilidad soltó la mano de la joven y recogió el cuenco donde echaba las verduras y el pescado, todo estaba cortado según las indicaciones que había recibido. La joven volviendo en si, miro una vez mas el oscuro bosque y como la luz plateada ofrecía una esperanza en la oscuridad y entro a la cabaña. Pazu dejo todo sobre la mesa y volvió a su asiento sin mediar palabra, la joven Violeta tomo las verduras y el pescado y envolviéndolos en hojas coloco los alimentos cerca del fuego. Los alimentos se cocieron dentro de sus envoltorios y eran comestibles, la joven dividió el alimento y le entrego una parte a Pazu, este miro asombrado que se podía cocinar aun con tan pocos implementos y acepto de buena gana.
Mientras comían nadie hablo, la joven violeta solo se preocupo de recuperar fuerzas y llenar su estomago, aquel día había sido una completa locura de principio a fin, había sorteado la muerte y aun quedaban interrogantes que responder, aquello que había aplazado poco a poco comenzó a invadirle, sintió un gran miedo nuevamente, Pazu pudo notar el gran cambio de animo que afectaba a la joven Violeta pero no sabia como comenzar un dialogo, por lo que en un intento por charlar le pregunto a la joven Violeta:
-...Disculpa mi pregunta, pero como siguen tus heridas, recuerdo que cuando cambie tu ropa mojada y manchada con sangre no eran graves, pero aun así una herida duele, mas aun si no estas acostumbrado a tenerlas...-
Al decir esto Violeta pareció cambiar de estado y comenzó a ver sus vendas, entonces recordó que aquella ropa no era la suya, entonces callo en la cuenta que su ropa había sido remplazada mientras ella se encontraba inconsciente, eso quería decir que el la había cambiado y que por lo tanto podría haberle visto desnuda, aquello hizo ruborizar a la joven Violeta que por un momento no dijo nada pero luego contesto un poco nerviosa:
-Mis heridas se encuentran bien...duelen lo que deberían dolor, no mas ni menos, pero me acabo de percatar de algo, ¿tu cambiaste mis ropas, el vestido que llevaba?- al decir esto se volvió a ruborizar pero intento mantener la compostura, Pazu respondió tranquilo sin entender porque ella se ruborizaba:
-Así es, tuve que sacar toda tu ropa, estaba mojada y con sangre, ello podría haber afectado tu recuperación, busque entre algunas prendas que había encontrado en este lugar y te las acomode, no sin antes vendar tus heridas y aplicar un poco de mi saliva, desde que soy un animal se me han revelado muchos secretos acerca de la naturaleza, las bestias relamen sus heridas para no permitir infecciones en ellas, a su vez ayudan a cicatrizar- Al escuchar esto la joven Violeta soltó una carcajada nerviosa, ¿de verdad aquel hombre bestia le había lamido y visto desnuda?, ella era una señorita muy correcta y a pesar de estar en edad de contraer matrimonio nunca había permitido a un hombre cortejarla, no es que eso no le agradara pero simplemente no se había encontrado al indicado, sin saber bien que contestarle a Pazu ella le miro con rubor, este no entendía que sucedía pero como era natural en el, permanecía en silencio frente a aquello que no lograba comprender. Luego de un momento Violeta pregunto tímidamente pero decidida si el la había visto desnuda, Pazu no llego a comprender aquella pregunta pero respondió que si, Violeta nuevamente se ruborizo y le quedo mirando, el solo la miraba con curiosidad puesto que podía sentir como se ponía nerviosa la joven señorita pero no comprendía el porque, entonces Violeta le pregunto:
-Esto...y tu cuantos años tienes, no pareces superar los treinta años la verdad, pero pareciera como si fueras mucho mayor que eso...
-Mi edad es algo que he olvidado, desde que fui condenado las cosas como el tiempo no importaron mas, una vez que estas condenado lo único que importa es tu condena, yo deseaba olvidar y esperaba que el tiempo me ayudara con ello, pero no lo he logrado del todo, aun queda mucho dolor...lo recuerdo y no lo recuerdo, si sirve de algo, la edad a la que fui condenado fue durante mi madurez de edad, es lo único que puedo recordar al respecto...- y volvió al silencio que le acostumbraba.
Ambos terminaron de comer en silencio, Pazu agradeció la comida y se quedo mirando el fuego de la chimenea arder, parecía nuevamente cerrado en sus pensamientos, al parecer el recordar quien era y que había sido solo le provocaba un gran malestar, Violeta pensaba que seria de su destino de ahora en adelante, al pensar en ello recordó la imagen de su padre gritándole que escapara, ella obedeció sin miramientos pero jamas supo de su suerte, sus pensamientos se tornaron grises y comenzó a llorar en silencio, Pazu al ver esto se le acerco y suavemente le pregunto si podía ayudarle en algo, ella lo miro aun llorando y pregunto con un tono muy bajo:
-Por casualidad viste a un hombre que no fueran los bandidos, antes de escapar yo me encontraba con mi padre...el me dio la oportunidad de escapar pero no se que habrá sido de su suerte...y estoy temiendo lo peor-, al terminar de escuchar Pazu solo pudo hacer una mueca y bajo su vista al suelo, entonces le contó lo que había sentido antes de encontrarle:
-Antes de poder darme cuenta de que te perseguian mis sentidos me alertaron de que habían dos personas mas- Al escuchar esto los ojos de Violeta parecieron cobrar brillo, Pazu continuo:
-Pero...lamento decirte que es muy probable que ellos estén muertos, el hedor de la sangre y la carne se encontraba en ese lugar, las personas ya no emitían otro olor mas que el de la muerte...lamento tu perdida...lo siento- Al terminar de escuchar aquello, los ojos de Violeta se comenzaron a tornar rojos y poco a poco unas amargas lagrimas comenzaron a brotar de ellos, solo podía llorar, su amado padre ya no existía mas, una gran pena le invadía, su madre había muerto cuando ella aun era pequeña por lo que no le recordaba mas que por antiguas fotos que estaban repartidas por su hogar, su padre era su única familia, sus hermanos ya eran mayores y no se encontraban en el hogar. Pazu contemplaba la triste escena en silencio, no podía hacer mas, después de todo el solo era un extraño, incluso para si mismo, la joven Violeta seguía llorando, en un momento se paro de donde se encontraba y abrazo a nuestro hombre bestia, el no sabia bien que hacer pero no era tan tonto como para rechazar a alguien que se encontraba en aquella situación, dio un cálido abrazo a la señorita Violeta hasta que esta se calmara, estuvieron así un largo rato hasta que ya parecía cansada la joven señorita y el la deposito en la cama, fue por cueros de animales que tenia guardados y le arropo, la joven Violeta aun en sus sueños parecía que seguiría cargando la su amarga perdida, Pazu limpio sus lagrimas y salio de la cabaña, miro la enorme luna plateada, brillante como una fantasmagoría y suspiro, aquel día había cambiado su rutina, su castigo, el también tenia mucho en que pensar, se sentó contra la puerta y intento conciliar el sueño al menos durante algunas horas.


Antes de que ameciera Pazu ya se encontraba despierto, en unos momentos saldría el sol por las montañas y comenzaría a traer con sus cálidos haces de luz el desafió para un nuevo día, volviendo una vez mas dorado aquel páramo olvidado, como hace mucho tiempo Pazu no se sintió abandonado ni perdido, al menos tenia una idea clara de lo que debía hacer, sorprendentemente pensó que tener la cabeza ocupada ayudaba a olvidar, sin mayor mediación puso sus manos a la obra. Cuando Violeta despertó ya era de día, estaba tapada con piles de ciervos y se encontraba sola en la cabaña, afuera sentía que alguien hacia ruido, como sacando tierra o algo por el estilo, al ponerse de pie las heridas volvieron a hacer su efecto, camino lentamente a la puerta de la cabaña y al abrirla vio a un gran oso poner tierra sobre una especie de tumba, tenia un pequeño crucifijo en madera, habían dos montones de tierra, cada uno con su respectivo crucifijo,sobre cada montón de tierra habían algunos objetos dispersos, Violeta pudo entender rápidamente de que se trataba aquello, sin decir nada se acerco por detrás de Pazu y le volvió a abrazar, el en su forma de oso solo pudo sentir como algo muy pequeño intentaba rodearlo, luego con una garra indico el montón que parecía pertenecer a la tumba de su padre, ella se arrodillo sobre la tumba y examino los objetos que habían sobre esta, solo le interesaba encontrar un pequeño pendiente, su padre portaba un relicario con el, donde se encontraba una foto de el con ella, sonriendo felices, como en los  mejores tiempos. Pazu volvió a su forma humana y le comento a la joven Violeta:

-Disculpa si no te deje ver a tu padre una vez mas, pero no hubiera sido bueno volver a ver a alguien querido una vez la vida se va y solo queda un cascaron vació, ademas también enterré al otro individuo que iba con ustedes, parecía un cochero, ahora ambos han vuelto a la naturaleza, si buscas lo que tu padre llevaba consigo al cuello, aquí esta- Pazu estiro su mano y dejo caer en las pequeñas manos de Violeta el relicario que tanto buscaba, ella lo examino con cuidado y guardo en sus ropas, luego agradeció los esfuerzos de Pazu por darle una sepultura digna a su padre, aun no superaba la idea de su muerte pero al menos sabia que se encontraba en algún lugar mejor. Luego de que Violeta realizara una especie de oración en ambas tumbas se volteo a Pazu y le quedo mirando sin decir nada, este hizo lo mismo durante un tiempo, de pronto un viento helado recorrió el inmenso bosque, todas las hojas doradas hablaron al mismo tiempo y muchas se desprendieron de los arboles inmortales a los que estaban ligadas para comenzar un suave viaje que acabaría en la tierra, poco a poco el otoño iba dando paso al frió invierno. Pazu le pregunto a la joven Violeta:
-¿Y que es lo que harás ahora señorita Violeta?, tu padre se encuentra enterrado y tu sigues viva, así están las cosas, puedo ayudarte a llegar al camino por el que pasan personas, allí podrías regresar a tu pueblo...- Pero Violeta le interrumpió amablemente:
-Luego de lo ocurrido puede que ya me den por muerta, mi padre era mi única familia y se encuentra aquí, enterrado en este bosque, si no es mucha la molestia me gustaría quedarme un poco mas de tiempo, el suficiente como para sanar bien, tanto mis heridas como mi mente...
-Pero el invierno vendrá y este páramo se volverá congelado, ¿estas dispuesta a soportar el frió invierno aquí?-
-Si tengo una enorme piel de oso con la cual abrigarme no hay problema creo- y soltó una amable sonrisa.
-Al parecer, no hay mas remedio, te cuidare el tiempo que decidas estar aquí, mientras pueda mantener mi cabeza ocupada pareciera que es mas fácil olvidar mi condena eterna, te acepto de buen agrado el tiempo que estimes conveniente señorita Violeta, palabra de oso-.
-Lo agradezco, mientras te tenga a mi lado y el recuerdo de mi padre, este invierno no tendrá que ser tan frió...-
Lo que no sabían la señorita Violeta y el hombre bestia Pazu es que aquel invierno blanco no seria tan tranquilo como ambos pensaba que ocurriría.
(Continuara)
(aun quedan muchas cosas por resolver, y Pazu y Violeta mucho por conocer)

martes, 2 de febrero de 2016

Vida salvaje -Otoño-

Un hombre condenado vaga por las espesuras de un bosque antiguo, lleno de hojas otoñales sin tiempo,el hombre sin pasado, sin futuro, su destino fue sellado por la amarga maldición que yace en su piel, su corazón marchito por la maldad humana, su alma fría por la soledad, en su inmortalidad pierde su sentido y se funde con la naturaleza una vez mas, un grueso pelaje comienza cubrir su gran cuerpo, grandes garras remplazan sus humildes uñas humanas, sus dientes crecen como los de una bestia y su cuerpo cambia de forma, al volver a mirar el cuerpo de aquel humano, solo podemos reconocer el de una bestia, enorme, peluda e imponente, lo que esta delante de nuestros ojos no es un humano, es un oso.
La vida pasa tranquila en este bosque sin tiempo, un eterno otoño baña la naturaleza de este lugar, un gran lago hace que la vista sea realmente maravillosa, por estos lugares sin nombre, sin caminos, el gran oso transita por estas tierras , el es uno mas con la naturaleza, se alimenta, se mueve, olvida, el hombre que fue castigado por una magia antigua a vivir como bestia y como humano, condenado al olvido, condenado a la bestialidad. El gran hombre bestia se contenta con deambular por los pasajes sin nombres del bosque al que fue condenado, deja a su memoria olvidar el dolor y el sufrimiento que causo, el sufrimiento que provoco la bestialidad a la que fue condenado, pero no lo logra, se deja llevar por la desesperación y la locura, destruye arboles y su propia humanidad.
La mañana ha llegado nuevamente y el hombre bestia solo puede sentir un profuso dolor de cabeza, similar a los efectos que deja el alcohol ,solo que nuestro hombre solo se embriago de culpas y dolor, un paisaje desconocido pero familiar, en este bosque donde se abandona a la locura todos los lugares son similares pero diferentes, el hombre agudiza su olfato y logra encontrar el aroma que lo llevara a su cabaña, el único lugar que le recuerda que alguna vez fue humano. El hombre se pone de pie y comienza la marcha, aun es de madrugada y si desea llegar para la mañana debe apurar el paso. Mientras camina por los senderos del bosque el hombre aleja los recuerdos que no puede olvidar, recuerda a su hermosa familia, recuerda su oficio de granjero, pareciera que recordara algo mas pero lo aleja rápidamente de su mente, como si tuviera miedo de recordar aquello, como si aquel recuerdo solo le hiciera sentir peor aun, luego de aquellos recuerdos todo se vuelve borroso, imágenes vagas y neblinosas sobre acontecimientos sin lugar ni tiempo. Mientras el hombre bestia se perdía en esas ideas llega a su cabaña perdida en el bosque, pareciera una cabaña abandonada debido a su aspecto, rustico en su máxima expresión, descuidada por el tiempo, a pesar de todo, pareciera ser bastante resistente y aunque no pareciera estar cuidada en demasía, también se puede notar orden en el lugar, alguien con pocas exigencias y lo suficientemente rudo podría vivir allí sin mayores problemas.
El hombre entra a la humilde cabaña y busca su cama, si es que se le puede llamar a un conjunto de ramas con hojas cama, esto no parece incomodar a nuestro hombre bestia, una vez allí busca dentro de un cajón cerca de la chimenea algo, parece encontrar algunas verduras, entonces sin mayor preparación las comienza a comer, una vez terminado vuelve a su "cama" y comienza a dormir, el clima otoñal deja brisas frescas circular por todo el bosque y permiten descansar plácidamente a cualquier hora del día, el hombre bestia piensa en que ira a un rió cercano por pescado una vez despierte de su siesta, después de todo nadie le esperara nunca en ese lugar, no debe obedecer al tiempo, a la luna o al sol, solo es un esclavo de sus instintos y así es como vive sus días.
Algo anda mal, ha despertado antes de tiempo debido a un mal presentimiento, sus sentidos pueden ver cosas que el no, olor a sangre, no es de animal esta vez, sangre humana en el bosque sagrado. El hombre bestia se levanta rápidamente de su cama y sale de su cabaña, permite que el viento gentilmente guíe el aroma hacia el y se dirige sin vacilación a la fuente del aroma. Al irse acercando nota que algo es extraño, parece haber un gran revuelo como si alguien fuera perseguido, se oculta entre los arboles y comienza a analizar la situación, agudiza sus sentidos para poder obtener toda la información que se escapa a los sentidos humanos y comienza en su mente a hacer un cuadro de lo sucedido y lo que sucede, puede sentir como una serie de hombres, al menos cuatro de ellos persiguen a otra persona, esa persona esta sangrando, se encuentra herida al parecer, donde comenzó la persecución se encuentra una carroza, parece que allí hay dos seres mas, pero algo anda mal con ello, el hedor de la sangre y la carne hace evidente que esas personas deben de estar muertas, el hombre bestia medita un momento la situación, aquel bosque imperturbable ha sido mancillado con muertes inútiles, primero se pregunta porque alguien cruzaría por aquel sendero, puesto que hace muchos años ya había sido abandonado y los viajeros ya no se aventuraban por aquellas olvidadas tierras, tierras en donde se decía existía un ser que fue condenado y le arrebataría la vida a aquellos que se acercaran, el hombre bestia suspiro un momento siguió conjeturando, lo segundo que se preguntaba era porque estos hombres perseguían a esta otra persona y porque esta estaría herida, no era de su incumbencia lo que ocurriera allí, pero si lo era que se profanara el bosque por donde el deambulaba, para poder conservar su vida tranquila era necesario que espantara a aquellas personas, el hombre bestia suspiro un momento y decidió actuar, se dirigió a donde perseguían a la persona, se acercaban a la orilla de un rió donde quedaría acorralada por lo que comenzó a correr, su velocidad era algo formidable, era como ver una bestia que no se detendría por nada, ágil pero fuerte avanzo con paso firme a través del bosque hasta llegar al lugar, allí pudo ver la escena completa, cuatro hombres vistiendo sus armaduras de cuero perseguian a una mujer, los hombres eran fornidos pero tenían el aspecto de ser bandidos, saqueadores de las montañas, dos de estos hombres portaban espadas de tamaño mediano, uno de ellos portaba una larga lanza y el ultimo una ballesta, avanzaban en formación como si se tratara de profesionales cazando a su presa, la mujer estaba cubierta por una manta de color negro, su pelo era largo y al igual que su manta era negro, su contextura era delgada y no iba protegida mas que por su ropa, un largo vestido manchado con sangre, el olfato del hombre bestia podía identificar que esa sangre no era de ella, por lo que supuso que ella iba acompañada de los hombres que fueron asesinados, pero ella aun así sangraba, tenia heridas menores pero el tierno olor de la sangre le delataba, el hombre bestia quedo impresionado al pensar como era posible que alguien pudiera correr con semejante aparataje y herido,la mujer tenia una mirada desafiante a pesar de su situación, al encontrarse con el rió la situación cambio y solo le quedo dar cara a sus perseguidores, en ese momento los hombres se formaron delante de ella y parecía que le iban a ejecutar sin ningún remordimiento, entonces uno de los hombres grito al grupo que era mejor dejarle viva, así ellos se podrían "divertir" antes de asesinarle, los hombres rieron y asintieron, dejando sus armas en el suelo procedieron a capturarle, el hombre bestia entiendo que era el momento de actuar, tenia una idea al menos de a quienes debía detener, la mujer comenzó a gritar desesperada una vez los hombres procedían a capturarle, ya no le quedaban fuerzas para seguir corriendo y aun menos para poder resistir a sus captores, pero en ese mismo instante cuando dos de los hombres le afirmaban y los otros dos con sus armas apuntaban a la mujer para que dejara de gritar el hombre bestia comenzó a acercarse , uno de los hombres le diviso y al ver al hombre bestia observo un hombre de estatura alta con el pelo largo, junto con una enmarañada barba y bigotes, como si se tratara de un vagabundo, solo portaba pantalones, no tenia mas ropa que eso, su cuerpo dejaba ver incontables cicatrices y una musculatura regular, el "hombre" no parecía ser fuerte o fornido, los hombres se detuvieron un segundo y se quedaron contemplando a este extraño ser que irrumpía en aquel acto que ellos cometían, por un momento parecieron asustarse pero luego de un momento tomaron las armas y le amenazaron diciendo que para su mala suerte se le había ocurrido presentarse frente a ellos en un día como ese, entonces sin mayor dilatación el hombre que portaba una lanza se dirigió hacia el hombre bestia y asesto un golpe contra las costillas de este mismo, en ese instante los demás hombres rieron al ver como habían asesinado a otro hombre mas, pero el hombre de la lanza se encontraba petrificado, al notar que la lanza no había logrado penetrar la carne de el hombre bestia, de pronto el bosque y sus brizas enmudecieron, los pájaros dejaron de trinar y incluso parecía que el mismo rió dejo de cantar, el hombre bestia soltó un enorme grito que pronto se convirtió en rugido y su cuerpo comenzó a llenarse de un tupido pelaje, su altura cambio, nuevamente surgieron las garras de la bestia, los dientes cambiados por colmillos, frente a ellos se encontraba un majestuoso oso , los hombres y la mujer comenzaron a gritar, oso agitando su brazo con enormes garras frente al hombre de la lanza lo desmembró, de un solo golpe yacía su cuerpo inerte en el suelo, los hombres con espadas se abalanzaron sobre el, ambos intentaron en medio de la situación demencial detener a la bestia, uno de aquellos hombres ni siquiera pudo asestar un golpe, una mordida en su cuello acabo rápidamente con su vida, solo quedaban dos hombres y la mujer, el otro intento penetrar su carne con la espada pero era inútil, su pelaje era duro y flexible, de un manotazo el hombre salio volando, el oso solo tuvo que saltar sobre el para reventar sus costillas y con esto la vida que estaba con el, finalmente el hombre con la ballesta intento escapar aterrorizado por las cruentas imágenes de ver a sus compañeros morir sin ninguna oportunidad, pero el oso era demasiado rápido y lo alcanzo sin mayor esfuerzo, solo con clavar las enormes garras en la espalda del hombre fue necesario para que este se desplomara en el suelo. El oso volvió caminando lentamente donde se encontraba la mujer en estado de shock, al ver como se acercaba el oso con sus garras bañadas en sangre intento gritar pero su voz estaba cortada, el miedo le había paralizado, no podía huir ni atacar y aquella bestia se acercaba lentamente, la mente de la joven no pudo mas y se desmayo...
La joven despierta sobre una rustica cama de ramas con hojas, esta anocheciendo ya y se puede ver como los últimos rayos del sol se esconderán en las montañas dejando el otoñal dorado del bosque en un azul oscuro, poco a poco la luz va desapareciendo y la cabaña se comienza a sumergir en las tinieblas, la joven intenta recordar lo ocurrido pero aun se encuentra un poco aturdida por todo lo ocurrido, de pronto la joven comienza a recordar la escena con el gran oso, un miedo invade su cuerpo y comienza a caer en cuenta de donde se encuentra, al mirar su propio cuerpo nota que no lleva el elegante vestido que le había regalado su padre, sino que unas extrañas ropas similares a las de campesinos y unas vendas, en ese mismo momento como si un rayo atravesara su mente logra recordar todo, recuerda como ella iba camino a su hacienda con su padre, volvían de un viaje donde sus tíos, su padre era un mercader opulento y ella era la única hija que permanecía a su lado, sus hermanos se habían vuelto mercaderes y escogieron abandonar el hogar, solo ella decidió quedarse junto a su padre, pero su padre y los buenos momentos habían quedado atrás, desde que aquellos bandidos habían intentado asaltaros, ellos en un intento de escapar escogieron dejar el camino común por el cual se viajaba y se habían internado a la senda prohibida, ella jamas supo el porque de esto, solo que no se debía atravesar aquel camino antiguo y olvidado. Una vez los bandidos les alcanzaron procedieron a asesinar a su cochero, su padre opuso resistencia intentando defender a su hija pero ya era viejo y las fuerzas le fallaron, contra cuatro hombres preparados para asesinar poco y nada podía haber hecho la verdad, su padre en un ultimo intento para poder defender a su hija creo una distracción en la cual le permitió escapar, pero solo había ganado unos pocos segundos, lo suficiente como para tomar la ventaja pero no para escapar, mientras corría le dispararon una flecha de ballesta y por eso sus heridas, ella no sabia la suerte que experimento su padre pero temía lo peor , al recordar las heridas observo las vendas que se encontraban bajo sus nuevas ropas y noto como la oscuridad lo envolvió todo, entonces sintió como la puerta de la cabaña con su crujido de madera comenzaba a abrir y un hombre entraba con algo similar a un saco en su espalda, la joven solo atino a cubrirse con las hojas y simular que estaba dormida mientras rezaba por que aquel hombre no le hiciera daño, el hombre bestia cerro la puerta de la cabaña y dejo caer el saco que llevaba consigo, parecía un poco húmedo y de gran peso, luego prosiguió a encender unas velas y la chimenea del hogar, al terminar aquellos arreglos coloco una mesa y comenzó a quitarle el polvo, mientras el realizaba todas estas acciones la joven intentaba simular que dormía e intentaba observar que hacia el hombre bestia. Para el hombre bestia era fácil saber que ella estaba despierta puesto que sus sentidos agudos podían percibir su respiración, su olor, sus sonidos, podía fácilmente identificar a un humano y en que postura se encontraba pero prefería guardar silencio, tantos años en los que no se encontraba con absolutamente otro ser con el que poder hablar, el mismo había sido condenado a la soledad y el aceptado de buen agrado, lo merecía, las culpas que llevaba consigo jamas podrían ser redimidas, no en esta vida o la siguiente. al terminar los preparativos en su humilde cabaña tomo un asiento y lo coloco delante de la improvisada cama, se sentó en el asiento y hablo con una voz suave pero fría, no parecía la de un mal ser humano pero se encontraba desprovista de algo, algo faltaba en aquella voz amable pero sin sentimientos, le dijo a la joven que sabia que estaba despierta y que le hablara si es que entendía lo que el decía, la joven paralizada por el miedo no sabia si atender o seguir jugando a dormir pero había algo en la voz de este ser que le daba confianza, después de todo le había salvado o eso parecía, quizás solo le quería para ahora devorarle o quien sabe que mas, mientras estos pensamientos atravesaban rápidamente la mente de la joven el hombre bestia se paro y le acaricio muy suavemente la cabeza a la joven, entonces le pidió calma, que no le haría daño, solo quería ayudarle, la joven al escuchar esto y sentir el gesto del hombre decidió lentamente sentarse en la cama y decirle que si escuchaba y entendía lo que el decía, al ver al hombre este era un poco distinto al que había visto, seguía solo portando un pantalón pero sus cabellos, barba y bigote parecían mas aseadas, como si el hombre hubiera intentado verse menos aterrador, ella no lo sabia a ciencia cierta o si solo lo que había presenciado antes de desmayarse era producto de su imaginación.
El hombre bestia asintió tranquilamente a la joven y le indico que le había encontrado en el rió herida, al preguntarle si recordaba algo de lo sucedido con los hombres que le perseguian ella asintió en un tono frió, hubiera preferido mentirle y decirle que no se había dado cuenta de nada pero ella recordaba aun vividamente como ese ser, el hombre que tenia delante de ella había transformado su cuerpo en algo mas, en una bestia y con descomunal fuerza había destrozado a aquello bandidos, el hombre bestia pareció enmudecer un segundo pero luego de escuchar su historia comento directamente que eso apuraría las cosas. La joven temía por su vida puesto que el hombre bestia parecía pensativo luego de lo dicho pero finalmente resolvió a preguntarle porque le había salvado o si ese era su motivo, el hombre bestia le miro pensativo y no respondió nada, en ese momento la joven comenzó a temer mas aun y en un arranque de valor y miedo intento huir del lugar, al intentar atravesar la puerta las heridas comenzaron a doler nuevamente y sintió un fuerte agarre que no le permitió avanzar mas, el hombre bestia con una expresión seria en el rostro le tomo en brazos, la joven estaba paralizada por el miedo y asombrada por la gran fuerza de este ser, sabia que no podría hacer nada por lo que dejo de oponer resistencia y simplemente se abandono a sollozar en silencio, el hombre bestia le deposito nuevamente en la improvisada cama y le dijo en tono calmo que se calmara, que no pretendía hacerle daño ni nada con ella, no devoraba humanos y que solo le cuidaría hasta que sus heridas sanaran, el apreciaba su soledad y le era extraño tener a otro individuo a su lado, entonces le comento sobre su estado, que el era un hombre bestia, solo necesitaba saber eso y que si hubiera querido asesinarle no se habría tomado todas estas molestias, la joven comenzó a dejar de llorar, el hombre bestia seguía sentado observándole, su ojos café oscuro parecían vacíos, realmente el no parecía una mala persona, pero el no era una persona primero que todo, aun así la joven solo podía confiar en lo que el decía, después de todo era cierto que se había tomado mas de alguna molestia para poder cuidarla y curar sus heridas. La joven finalmente dejo de llorar y le pidió disculpas al hombre bestia, había tanto aun en su cabeza por arreglar que no terminaba de entender su situación del todo, pero que confiaría en el hombre bestia, ademas de ser su única posibilidad, el hombre bestia esbozo una pequeña sonrisa, la noche engullía el bosque y sobre el una hermosa luna llena dejando caer sus rayos plateados sobre la tierra. El hombre bestia se paro y le dijo que iba a preparar la cena, como recordaba que los humanos la comían, la joven al ponerse de pie se le anticipo y dijo que ella prefería cocinar, al menos así agradecería que este hombre bestia le hubiera salvado, aun quedaban muchas dudas en la cabeza de esta joven pero por ahora eso le lograría tranquilizar. 
La joven antes de comenzar a cocinar dijo en un tono ya mas tranquilo:
-¿Cual es tu nombre si puedo saberlo?
-Mi nombre, eso es algo que no he dicho en años, algo que olvide y que esperaría jamas recordad- al terminar de decir esto pareció nuevamente poner un semblante bastante oscuro
-Yo me presentare al menos, mi amado padre amaba un tipo de flor y por eso herede el hombre de esta misma, por nombre soy llamada "Violeta" y espero poder algún día saber el suyo-
El hombre bestia quedo mirándole un poco sorprendido, no era un nombre común de donde el venia pero algo le recordaba, no sabia bien que pero en alguna parte lo había escuchado, sin prestarle mayor atención el se presento:
-Pues, puedes decirme Pazu, no es mi nombre de verdad pero me agrada, solo es una forma de denominar a un hombre sin pasado, sin futuro, solo con presente, mi verdadero nombre murió conmigo ya una vez, Pazu es el hombre que escogí para mi nueva vida- al terminar de decir aquello Pazu volvió a enmudecer y retraerse, la joven le quedo mirando un momento y luego dijo:
-Bueno señor Pazu, espero la comida que prepare sea de su agrado-
(Continuara)


(esto salio mucho mas largo de lo que imagine, espero sea bueno y tendrá mas partes!, eso, saludos)