lunes, 25 de junio de 2012

Fabula de invierno


En los espesos bosques del norte, en donde las temperaturas son bajas como para helar el alma, y el blanco manto de nieve y escarcha cubren gentilmente los grandes arboles, y la débil maleza lucha por sobrevivir ante tal invierno. Allí entre este particular páramo vivía una liebre tan blanca como la nieve, debajo de un gran tronco, que producto de los años había generado grandes raíces y permitía un acceso rápido a su madriguera, allí es donde el tenia a sus crías y a su amada esposa, que era tan negra como la noche. Ese era el motivo de que en la temporada invernal su amada esposa no podía ayudarle en la recolección de comida para su madriguera, por su color se ponía en evidencia rápidamente, y por lo tanto su vida peligraba, mientras que su esposo, llamado el "Señor Rabo", tenia la suerte de su blancura, por lo que se podía ocultar con facilidad en la nieve.
Era tiempos difíciles para la familia del Señor Rabo, ya que el invierno había golpeado al bosque antes de lo esperado, y con su esposa, la "Señora Motita", no habían podido tomar precauciones para la temporada, y por lo tanto, no habían podido juntar la suficiente comida como para poder estar resguardados del invierno seguros en su madriguera debajo del gran tronco. Debido a esto mismo, el Señor Rabo se vio en la obligación de buscar comida durante el invierno(que como ya contamos, era muy frio y nevado en esa región) y por precaución, le dijo a la Señora Motita que se quedara en su hogar cuidando de sus crías, los "Rabitos", donde la Señora Motita le dejo ir, no sin antes despedirse y darle la mejor de las suertes. El Señor Rabo rápido como el viento, corría por los bosques buscando cualquier tipo de alimento el cual poder llevar a su familia, ya que solo era un asunto de cantidad, al tener la cantidad suficiente el podría volver a su hogar tranquilo, y no tendría que volver a salir. Mientras viajaba por el bosque, noto entre el blanco paisaje como una montaña de semillas sobresalía en cual blanca pintura, y no sin sospechar se acerco poco a poco, al llegar allí, se encontró con una montaña de semillas de todo tipo, habían encontrado el cielo de la comida, con solo un poco de todo lo que había allí, el podría alimentar a su familia por mas de una temporada, pero al ir acercándose mas y mas, noto que algo peludo y enorme se encontraba acurrucado cerca de las semillas, su sorpresa fue grande cuando noto que había un enorme oso durmiendo como un dragón sobre su tesoro. El Señor Rabo en un deje de valentía y locura intento acercarse con cuidado y robar las semillas del oso, pero mientras el se acercaba, el oso de pronto dio un gran salto hacia donde estaba el conejo y con un enorme rugido se precipito hacia el, el Señor Rabo quedando totalmente paralizado por el miedo, no pudo moverse y se lamentaba cruelmente el destino que le había sido encomendado, imaginando su familia esperando por el, e incluso muriendo por falta de comida, pero el oso, luego de aquella demostración de poder se quedo mirando al Señor Rabo, y agachándose con temor, le dijo:
-Oso: No me hagas daño por favor, solo soy una ardilla gorda.
El Señor Rabo no entendía que diablos había ocurrido, pero seguía con vida, y el enorme oso presumía ser una ardilla, a lo cual mas por miedo que por alegría, el Señor Rabo se largo a reír, con lo que le pregunto:
-Señor Rabo:¿ tu de verdad crees que eres una ardilla o solo estas bromeando conmigo?
a lo que el Oso respondió:
-Oso: Yo soy una ardilla desde que recuerdo, pero tu, ¿porque vienes aquí a asustarme así?
-Señor Rabo(aun no terminando de creer lo que escuchaba): Oh, ya veo, no sabes cuanto lo siento, señor...¿como debería llamarle Gran ardilla?.
-Oso: Llámame Jack, soy la ardilla Jack, siempre e pensado que es un extraño nombre para una ardilla como yo, pero así recuerdo haber sido llamado por mis padres.
-Señor Rabo: así que usted es el Señor Jack, disculpe mis malas maneras, pero es que desde que le vi, pensé que era un oso, entonces no supe como actuar(siguiéndole el juego a la Ardilla Jack, ya que no sabia a donde le llevaría todo esto)
-Ardilla Jack: Y que es lo que busca un conejo tan blanco como tu, en medio del invierno, no deberías esconderte, yo no lo hago, porque no puedo entrar a ningún árbol por mi tamaño, pero tu...no sabes cuanta envidia te tengo, porque tu seas tan delgado.
El Señor Rabo al comprender que el oso Jack, pensaba realmente que era una "Ardilla", tramo un plan, en el cual ambos podrían salir beneficiados.
-Señor Rabo: Pero señor Jack, tengo la idea perfecta, para que usted pueda esconderse mejor, pero me gustaría pedirle algo a cambio de eso, ¿podría darme algunas de sus semillas para mi familia?, debido al pronto invierno, no logramos guardar lo suficiente para esta temporada, y me veo en la necesidad de buscar por los bosques, y pareciera que usted tiene un poco de sobra...
-Ardilla Jack: Pero que dices, si logras que una débil ardilla como yo pueda estar segura, no me importaría darte la mitad de mis semillas, solo quiero un lugar seguro, después de todo, las ardillas como yo, somos indefensas, no podemos escondernos bien, suerte e tenido de no haber visto algún lobo o un oso por allí, solo de pensarlo me da miedo.
-Señor Rabo: Bien entonces, tomo tu palabra, si logro hacer que te ocultes mejor tu me ayudaras con la comida.
-Ardilla Jack: Trato.
Y así fue como el Señor Rabo puso en marcha su plan para poder ayudar al Oso Jack, aunque un escondite no era exactamente lo que el tenia planeado. El Señor Rabo le pidió a la Ardilla Jack que le siguiera, y mientras andaban por el bosque le llevo a un rio que aun no se congelaba por el frio invierno, una vez allí el Señor Rabo dio algunos pasos erráticos, y luego de brincar por todo el lugar, volvió y mirando fijamente a el Oso Jack le dijo:
-Señor Rabo: Eh tanteado el suelo del lugar y este lugar es perfecto, una vez unas ardillas marinas me dijeron que cerca de lugares como este, el agua se vuelve el mejor lugar para vivir en invierno, ademas me comentaron que ellas comían peces en esta temporada.
-Ardilla Jack: ¿De verdad te dijeron todo eso?, amigo, eres sorprendente, yo siendo una ardilla toda mi vida, jamas había escuchado algo así, debes ser muy sabio Señor rabo, pero, ¿que debo hacer entonces?.
a lo que el Señor rabo al ver que su plan funcionaba dijo lentamente:
-Señor rabo: Lo que tu debes hacer amigo Jack, es entrar al agua e intentar atrapar un pez, si lo logras, al comértelo obtendrás poderes mágicos y así podrás vivir bajo el agua en esta temporada.(y mientras recitaba aquel desquiciado plan, rogaba porque su amigo estuviera lo suficientemente loco como para hacerle caso)
-Ardilla Jack: Mmmmm, suena extraño, pero de verdad temo quedarme sin escondite esperando que un depredador venga a por mi, así que lo intentare, a pesar de que jamas e escuchado hablar sobre una ardilla que coma pescado...pero si tu lo dices, confiare en ti.
A lo que luego de decir estas frases, el Oso que se creía ardilla entro al agua, y poco a poco algo comenzó a cambiar dentro de el, a pesar de estar gélida, no se sentía congelar, poco a poco su olfato fue siendo mas agudo, su visión mejoro y sentía como de sus extremidades, unas grandes garras comenzaban a afilarse, entonces ocurrió, y vio venir un pez, poco a poco lo pudo ir olfateando, luego ya en un rango mas cercano pudo ver como iba suavemente debajo del rio, cuando estuvo a una distancia prudente, el oso se abalanzo sobre el pobre pez, con sus grandes pudo sujetar bien su peso en el agua, y tomar con agilidad al pez, de un momento a otro se lo llevo a la boca y sintió como la sangre del animal engullido pasaba a ser parte de el, como la carne era deliciosa, algo había cambiado de un momento a otro. El Oso Jack al salir del agua, se acerco lentamente donde el Señor Rabo que había mirado todo el espectáculo con una mezcla de miedo y asombro, ya que ver a semejante coloso en movimiento le daba un sentimiento de poderío, totalmente distinta a la personalidad que ostentaba tener el Oso/Ardilla Jack, entonces el Oso le dijo:
-Oso Jack: Eres tan pequeño y débil, serias un bocado fácil ahora que lo pienso, Señor Rabo.
Al escuchar esto el Señor Rabo quedo completamente helado(lo cual ya era demasiado decir en aquel frió lugar), su plan había sido un éxito, ya que había despertando el verdadero instinto del oso, que quien sabe de que forma se había perdido, pero el confiaba en que el oso podría mantener su promesa, por lo que dijo:
-Señor Rabo: Pero tu prometiste darme la mitad de tus semillas si te ayudaba y eso hice...
-Oso Jack: Tu me prometiste un lugar para esconderme, y note que el rio no era un lugar para eso, sino para devorar comida...
-Señor Rabo: Pero...Pero...sigues creyendo que eres una ardilla, ¿no Jack?.
A lo que el Oso Jack sonrió, mostró sus afilados colmillos, saco sus enormes garras, y abalanzandoce sobre el Señor Rabo, le dijo:
-Oso Jack: Estos dientes y estas garras te parecen de ardillas, mi buen amigo "Rabo".
Mientas lo tenia  sujetado entre sus garras, el Señor Rabo ya había perdido todas sus esperanzas, el plan de revivir el instinto de oso que poseía Jack había vuelto, pero con eso, también el era una presa potencial, pero ya estaba cansado, había dado su mejor esfuerzo, así que simplemente se entrego, lo lamentaba por su familia, pero su plan había fracasado, solo esperaba que de alguna forma, su familia encontrara la solución a vivir, sin el. En ese momento el Oso Jack  llevo a su boca al Señor Rabo, y en ese momento dijo:
-Oso Jack: ¿Preparado?
-Señor Rabo: Da igual...
Entonces el Oso Jack lamió al Señor Rabo y le dijo en tono divertido
-Oso Jack: Te engañe jojojo, deberías saber que los osos siempre cumplimos nuestra palabra, solo queria gastarte una pequeña broma por tu forma tan sutil de recordarme que era un oso. Por cierto, todo eso de la ardilla comenzó un día cuando intentado trepar un árbol resbale y me golpie en mi cabeza, entonces una maldita ardilla me hizo creer que era una de ellas, seguramente me usaban para no trabajar y luego robar mis semillas, pero dejando eso de lado, de verdad te debo una Señor rabo.
El Señor Rabo no podía creer lo que había vivido, el mismo oso que el había engañado para ayudarle, ahora le había jugado una broma, mas que malvada, pero aun así, había dicho algo importante, por lo que dijo:
-Señor Rabo: Entonces cumplirás tu promesa y ¿me darás la mitad de tus semillas?.
A lo que el Oso Jack riendo respondió:
-Oso Jack: Puedes tomarlas todas si quieres, yo te ayudare, desde hoy somos amigos, y si necesitas algo yo te ayudare, y espero lo mismo a cambio.
Por lo que gracias al ingenio del Señor Rabo y la locura y honor del Oso Jack, el Señor Rabo pudo volver sano y salvo a su madriguera, en donde los "rabitos" no podían creer la cantidad de alimento con el que volvía, y la Señora Motita estaba completamente anonada de la historia que le contaba su señor esposo.

La moraleja de toda esta historia la dejo a criterio de cada uno de ustedes, Buenas Noches.

(No se porque, pero quería hacer una fabula, espero haya quedado bonita,hoy estuve de santo)

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