Despertando de un mal sueño, estoy recostado en mi cama, el frio no cesara esta noche, mi mala suerte tampoco. La lluvia se escucha caer suavemente, mi cuarto oscuro plagado de sombras extrañas, sin saber muy bien porque, un sentimiento de angustia y desolación me tiene preso desde que desperté.
¿Que era lo que soñaba?
Por mas que intente recordarle no puedo, mi mente se nubla y solo me siento mas acongojado. Torpemente estiro mi mano y busco el interruptor, las sombras que me acechan me dan pavor y yo solo quiero tener una noche tranquila. Al poco rato y con mas suerte que habilidad puedo dar con el interruptor y la luz cálida y cegadora, llena el cuarto. Todo esta tal cual, no hay sombras tenebrosas, no hay demonios ni fantasmas, no hay sueños, solo mi aburrida habitación, es una ironía, siento un gran miedo por si existe algo que me aceche y asuste, y al no ver nada, me decepciono.
Me largo a lavar mi rostro, al verlo en el espejo me siento mas viejo, a donde se fue esa sonrisa tonta que solía llevar de un lado a otro, no porque siempre riera, ya que siempre e reído muy poco, pero siempre intentaba sonreír, ahora solo queda una mirada seria y llena de decepción, supongo que de mi mismo.
Vuelvo a la cama, medito un tiempo y me decido a apagar la luz. Sin ningún animo en especifico, intento pensar en algo, imaginar una situación, crear una historia, pero nada, solo sombras tanto en mi vida como en mi mente, quizás mejor le sedo por esta vez al sueño, el subconsciente quizás me narre una historia interesante...
Sigo acostado en mi cama, todo esta oscuro y sigue lloviendo afuera, parece que nada a cambiado, intento ver en la oscuridad de la habitación, ya no hay sombras, que extraño. Siento un peso a mis pies, debe ser la gata que por las noches heladas se colo en mi cama, intento verle, pero solo hay una sombra a mis pies, extrañamente no me asusto, no siento miedo de aquella sombra.Si lo pienso un poco, aquella sombra se me hace familiar, demasiado familiar, al notar que le veo, se acerca caminando y se sienta al lado de mi cabeza, extiende sus manos hacia mi, yo no tengo miedo ni terror, de hecho, confió mucho en aquella sombra, con suavidad coloca mi cabeza sobre sus piernas y luego juega con mi cabello, yo me siento demasiado tranquilo y confiado como para hacer nada, de esa manera pasa la noche tranquila y solemne.
Al despertar siento un poco de angustia mezclada con felicidad y melancolía, la sombra ya no esta, se la llevo la luz del día, pero aun puedo recordar el "sueño", si es que fue uno. El día llega con nuevos desafíos, pero mi corazón triste solo se pregunta.
"Imagen de mis recuerdos hecha sombra, volverás para dejarme dormir tranquilo nuevamente..."
El eco mudo del silencio responde a tan estúpida pregunta.
(La vida es sueño y los sueños, sueños son...La vida es recuerdo y los recuerdos, recuerdos son)
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