Desde el momento que fui concebido en este lado del mundo, mis padres me dijeron que yo era alguien único, alguien de "luz", ellos también lo eran, y debíamos estar orgullosos de eso, de hecho, todos en este lado del mundo decían ser seres de luz, a lo cual mi mente de niño solo se acoplo a tales ideales, y se me formo como a todos, contándonos una historia que de niño, parecía maravillosa, en ella se nos contaba como hace mucho tiempo atrás, una gran guerra había estallado en este mundo, una lucha por los hemisferios con luz y con oscuridad, ya que debido a ciertas particularidades de nuestro plantea, siempre existía un lugar con luz de nuestro sol, y otro que no. Eso hacia la vida difícil por no decir casi imposible en el hemisferio "oscuro", por lo que lo que la gran guerra no era mas que un conflicto por el territorio, todo eso acabo con la lucha de grandes héroes, y el ejercito del bando opuesto derrotado y exiliado al hemisferio oscuro, de eso ya hacían mas de 2000 años, por esto mismo, en mi pueblo, en esta parte del mundo, se promovía la idea de haber ganado el territorio "sagrado", y muchas cosas mas, tanto políticas como religiosas.Como buen niño, todo esto era mágico y me sentía orgulloso de ser parte del pueblo de la luz, de mi piel morena por la luz que ganamos, mi mente aun no entendía que todas esas cosas no significaban nada, y como un buen niño, aprendí lo que debía y me uní al ejercito una vez tuve la edad necesaria.
Ya no era un niño, y ahora era un soldado del magno ejercito de la luz, una entidad militar destinada a proteger de cualquier intento del reino de la "oscuridad"( o al menos así le llamamos) para intentar retornar a nuestras queridas tierras, después de todo, los exiliados siempre nos guardaron rencor por nuestra gran victoria del pasado, o al menos eso nos enseñaban...
En el ejercito uno podía aprender y escuchar muchas cosas sobre los habitantes del reino de la oscuridad, algunos decían que por la falta de luz, todos ellos habían mutado en horribles monstruos, otros relataban que tomaban la sangre de sus victimas para hacerse mas fuertes y algunos otros que habían luchado ya con ellos, nos relataban historias sobre su bestialidad y nula capacidad para expresar emociones, fuera lo que fuera, poco a poco comencé a dudar sobre si todo era cierto o no, después de todo solo me había unido al ejercito por un afán de aventura, y una enorme curiosidad por lo desconocido, no por aquellos ideales políticos o religiosos de nuestra gente, que para ser sincero, sentía que no tenia ningún motivo real para creer, después de todo, en un inicio fuimos del mismo linaje, y ambos eramos seres vivos, y ambos solo buscábamos vivir "bien".
Un día mientras patrullábamos por la frontera del reino de luz, con el hemisferio de la oscuridad,un lugar donde siempre hay en el cielo un color rojizo, como si nuestra luz se estuviera marchando, y poco a poco la oscuridad fuera llegando( y tiempo después supe que a eso se le llamaba "atardecer") note que el hemisferio oscuro, no era tan "oscuro" como creía, era mas bien auspiciado por una luz de luna y un cielo lleno de estrellas (o eso decían los libros que había leído) fue algo completamente sorprendente, algo que jamas había visto, esas cosas llamadas estrellas eran sin lugar a duda algo maravilloso, y la proclamada luna, tenia un fulgor blanco que en nada se parecía a nuestra luz, mas se podía ver como siempre ahí era oscuro. Mientras yo hacia mi guardia y me deslumbraba con cada detalle que podía ver sobre el hemisferio oscuro, sin darnos cuenta, un ataque fugaz fue asestado contra nuestro campamento, nuestras espadas y armaduras de poco sirvieron contra la rapidez y astucia de aquellos guerreros que ocultaban su rostro y su cuerpo podíamos ver sus ojos, azules oscuros como un "zafiro", su estilo de pelea era completamente distinto al nuestro, nosotros peleábamos con grandes espadas y escudos, y armaduras pesadas, ellos en cambio usaban al parecer solo una armadura de cuero, y espadas cortas, tapando siempre muy bien todo su cuerpo para no ser vistos, un estilo de lucha mas ágil, eran sorprendentes, corriendo volví a mi campamento para ayudar a mis camaradas, mas solo encontré un baño de sangre, algo que no estaba preparado para ver, mis amigos masacrados, sangre por todos lados, aun sentía una que otra batalla que terminaba en un agudo grito de dolor, con espanto me vi en un encuentro con un soldado enemigo, y con mas miedo a morir que honor de caballero, desenvaine mi espada y me dispuse a luchar, el se abalanzo sobre mi con dos espadas cortas, como dagas, yo dirigí un estoque hacia su cuerpo, a lo cual el esquivo con gran habilidad y volvió a arremeter contra mi, al ver como el venia sobre mi solté mi espada y le golpe con una patada lo mas fuerte que pude, y al ver que eso le saco de equilibrio, retome y sostuve mi espada con toda mi fuerza y di un corte horizontal, el cual impacto de lleno en su estomago y vi como la sangre salia a montones por allí, vi como sus ojos perdían su brillo tan particular, y como su vida se desvaneció con aquel fluido carmesí, al notar que el había muerto me di cuenta que este no era un trabajo para mi, jamas había asimilado la idea de asesinar a alguien, y ahora era un asesino, y me sentía horrible por ello, aunque fuera luchando por mi vida, con un poco de miedo descubrí a aquel soldado, ya que mi curiosidad en esos momentos le ganaba a mi miedo y a mi sensación de culpa, y al verle, fue cuando yo sentencie mi propia condena por haberle asesinado, el era como nosotros, solo de piel blanca y pálida, y claro con ojos distintos, pero físicamente eramos iguales, nuestro cuerpo no tenia diferencia alguna, solo los pequeños detalles de piel, ojos y cabello eran distintos, pero todo lo demás, era como yo...
Habiendo asesinado a un hombre, y al ver como nuestra base estaba totalmente asediada y la masacre continuaba, yo escape, fui herido pero solo corrí lo mas lejos que pude adentrándome en el hemisferio oscuro, solo deseaba huir de esas terribles imágenes, de la guerra que se estaba armando sin sentido, después de todo, ellos estaban en su justo derecho de pelear por el territorio al que también pertenecían, yo jamas compartí los ideales o valores de la milicia, yo solo quería investigar, fui tan idiota, jamas le tome el peso a mis decisiones, y ahora cargaba sobre mi el peso de una muerte, que para algunos parecerá poca cosa, pero yo sentía como si hubiera cometido el peor de los crímenes. Ya lejos de el campo de batalla me di cuenta de cuanta sangre iba perdiendo por la herida recibida mientras escapaba, una flecha o algo así debió ser, solo sentía como mis fuerzas me iban abandonando y apoyado en mi espada, seguí escapando cuanto pude, el hemisferio oscuro era un lugar hermoso y desconocido, poblado por un frondoso bosque, solo avance cuanto pude, y en algún momento dado, perdí el conocimiento...
Al despertar aturdido, me di cuenta que me encontraba en una cama, me dolía todo el cuerpo, lo primero que pude notar es que el cielo era oscuro y estrellado, pensé que había muerto, pero no tenia mucho sentido, ¿quien me había curado?, y ¿porque lo había hecho?, yo tenia mis ropas de soldado y mi espada, era lógico que era el enemigo, y aun así, alguien me había salvado. Mientras meditaba en esos asuntos una hermosa mujer de blanca y pálida piel, se sentó en un lugar de la cama y me quedo viendo intrigada con los ojos tan particulares de esta gente, entonces dijo en un dulce tono de voz:
"¿Me entiendes?, ¿puedes entender lo que digo?".-
Yo estaba sorprendido, hablaban hasta nuestro mismo idioma, por lo que le conteste, asintiendo con la cabeza, después de todo, jamas había sido muy bueno hablando. La dama se puso muy contenta y tomando una manzana que estaba en el cuarto, la extendió hasta mi y comenzó a hablar:
"Sabes, has estado inconsciente por casi dos días, pensé que ibas a morir, te encontré mientras me dirigía a el rio por agua, no sabes la suerte, si un soldado te hubiera visto, posiblemente estarías muerto, pero yo no tengo intereses en esas cosas como la guerra, y tu te veías tan indefenso, que decidí traerte a mi hogar, después de todo, vivo sola, mis padres murieron producto de esta estúpida guerra"-
A lo que dejo de hablar y quedo mirándome, yo no sabia que pensar de esta dama, después de todo parecía ser muy extrovertida, por las cosas que me contaba y me había salvado la vida, estaba en una gran deuda con ella, por lo que le dije:
"No entiendo bien tus motivos para salvarme la vida, pero estoy en eterna deuda con usted, ahora mi vida esta en sus manos"-
A lo que ella pareció sonreír, por entender lo que decía, y luego me pregunto:
"¿Entonces, no intentaras asesinarme o algo por ser del hemisferio de la luz?".-
Con lo que yo respondí:
"Juro por mi honor y mi vida, que mis palabras fueron ciertas, para mi estoy muerto, cargo el asesinato de un hombre de este pueblo, jamas pensé que fuéramos tan similares, jamas pensé que alguien de aquí me salvaría la vida, no se en que creer, no entiendo nada de lo que alguna vez me enseñaron, yo solo quería aventuras, e investigar, aprender mas de este mundo que fue dividió hace tantos años por el orgullo y vanidad de unos pocos, solo quería ver esta luna y estas estrellas por mi mismo, quería saber que eran de verdad ustedes, ahora mi curiosidad tuvo su precio, soy un asesino, por lo que te entrego mi vida a ti, tu haz de ella lo que estimes conveniente".-
La dama al escuchar que había asesinado a un hombre de este hemisferio agacho la cabeza y callo por un largo periodo de tiempo, luego de un rato, al volverme a hablar sus palabras fueron las siguientes, creo que jamas las olvidare:
"Así que sientes la culpa de ser un asesino, y solo eras un hombre curioso, pues bien, de ahora en adelante, por salvarte la vida, tu me perteneces, y vivirás conmigo aquí, hasta que yo lo decida".-
Ella luego me miro e intento sonreír, pero notaba que seguía impactada por lo del asesinato, mas acepte de buena gana lo que ella me impuso, después de todo, ese fue el inicio de otra gran aventura....
(continuara)
(espero de esta historia salga algo bueno...quiero mejorar, ser mas fuerte, en todo aspecto...porque me estoy sintiendo muy débil...y no me gusta, ojala no extrañara el calor...)
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