Nuca me he considerado un hombre muy firme, pero tampoco alguien muy blando, en general cuando soy capaz de tomar una determinación ,difícilmente puedo cambiar de parecer, no por ser terco, sino mas bien por no romper la palabra que hice conmigo mismo. Así mismo muchas veces puedo presentarme molesto, a pesar de mi carácter frio y pasible en las circunstancias adecuadas puedo ser alguien que se enfade, y según la persona eso puede acabar en algún tipo de discusión o en su defecto, suspensión del juicio(osea...simplemente retirarme). Pero a pesar de todo lo antes mencionado, existe solo un factor, un único factor que siempre logra diezmar todo intento de enfado, de maldad, de burla o de ironía, estoy hablando señores de las:
Lagrimas.
Si, lo acepto, para considerarme un hombre de verdad las cosas tan fútiles como unos charcos de agua que salen de los ojos, deberían ser solo lo expresado anteriormente, pero inútilmente y contra cualquier tipo de esfuerzo, solo con ver unas lagrimas salir de el rostro de alguien cercano, algo cambia rápidamente conmigo, un latido distinto, un sentimiento de protección inimaginable, sonara tonto pero siento que esa persona debe estar bien, supongo que debe ser similar a lo que siente un padre para consolar a su hijo, o no sabría bien que decir, solo entiendo que es un sentimientos muy fuerte y me hace abandonar todo lo que pienso o estimo en ese momento, jamas pensé que unas lagrimas serian tan fuerte y jamas pensé que mi tipo de reacción solo es a cuidar esa persona.
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