lunes, 17 de septiembre de 2012

Lock O.

Sin saber muy bien las razones por la cual enloqueció, mi amada esposa, aquella con la cual crie mis dos hermosos hijos, se volvió "loca" un día.
La prensa no espero en cubrir con su prensa amarillista el horrible crimen que presumen ella cometió, lo cual aun yo no termino de creer, pero es que no tiene ningún sentido, ella no habría podido asesinar a sus dos amados hijos, es cierto que ella estaba cubierta de sangre, es cierto, pero acaso alguien intentado asesinar a dos infantes sale tan mal herido, ella claramente desde ese día no volvió a ser la misma, tampoco me volvió a hablar, como si dentro de ella sucediera algo extraño que no logra entender y a su vez sintiera toda la culpa de las muertes...lo siento, no puedo hablar muy bien de este tema sin sentirme abatido como si me fuera derrumbar una vez mas, pero realmente ella y ellos eran mi vida y ahora nada queda de todo eso.
Cuando la visite al manicomio, ya que a pesar de que fue imputada como culpable por el juzgado, encontraron varios desordenes mentales en su actitud y psiquis, me pareció que algo raro ocurría, algo mas oscuro y bizarro que perder todo en cosa de días, como si ella misma entendiera la situación y buscara algo mas allá de lo que yo podía entender, como si me necesitara pero no encontrara la forma de pedirme ayuda, cada vez que le miraba era como si un mundo extraño y desconocido quisiera salir para devorar mi tranquilidad ganada por mi total confianza en lo existente y real.
Sin darnos cuenta paso el tiempo y luego de un par de años le liberaron y yo sin preguntarme muy bien porque, le lleve a nuestro hogar, no suponía que nada había ocurrió, pero presentía que ella no había cometido los horribles crímenes y por eso mismo ella no se había perdonado ningún día el haber perdido a nuestros hijos, el encuentro pareció totalmente apagado, como si no quedaran sentimientos en el cascaron que alguna vez fue mi esposa, en nuestro vació hogar, ya que en lo personal jama quise marcharme de nuestro hogar ni cambiar las cosas, me gustaba dejar las cosas tal cual y en mis sueños mas agradables, pero también los mas egoístas y cobardes, sentía como si mi esposa siguiera aquí feliz junto con nuestros dos hijos.
Cuando toco el momento de hablar mi esposa me dijo aquello que le aterraba tanto, era una verdad realmente visceral, algo que posiblemente nadie entendería jamas, algo estaba maldito, algo andaba mal, como si todo el silencio que guardo por tanto tiempo fuera destruido por un tipo de sentimiento invisible, como si la atmósfera fuera mas densa y el ambiente mas oscuro, poco es lo que recuerdo de nuestra charla, solo recuerdos las frases "...te amo mucho, espero podamos vivir juntos nuevamente", pero algo ocurrió en esos momentos, luego de eso todo se volvió a teñir de sangre, solo que ahora yo era el asesino, o eso determinaron los peritos de la policía, ya no queda mucho mas que decir, solo soy un psicópata asesino mas, estoy encerrado en un manicomio y ya no puedo hacerle daño a nadie, al menos eso dicen ellos, pero yo se que esa presencia, esa fuerza maligna imperceptible sigue allí, asechando por sangre de nuevas victimas, y no parara hasta sentirse satisfecha, pero a quien le importa la opinión de un loco...

(no se porque me siento...muy solo hoy...tonteras supongo)


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