Cuando un motivo extraño te llama a desempolvar los recuerdos, quizás para quitarles un poco el polvo y poder mirar atrás mas claro y sin apariencias, ese extraño motivo me llevo a encontrar en un pequeño baúl muchas cartas que solo contenían un remitente, por suerte siempre guardaba un borrador de mis cartas así que pude notar también las cosas que muchas veces le dije a esa persona.
Es realmente sorprendente lo que pueda hacer el tiempo, como poder ver los recuerdos y "esas" palabras como un espectador un tanto mas neutral me hacen sonreír con tanta tranquilidad, extrañamente me sentí muy feliz, al saber que mis recuerdos se mantienen intactos, que mi vida no fue de mentira.
Siendo honestos, me doy cuenta de cuanto cambie, también me puso triste ver las cosas que tan mal hice, me lamente ver como intente cambiar cosas que no debían cambiar, después de todo cada persona tiene su forma de ser y yo por capricho(no mal intencionado) lo cambie, lo cambie a un ideal de aquello que deseaba, fui tan tonto que ahora solo puedo reír al darme cuenta de eso. Muchas cosas también fueron para mejor creo, quien sabe. En general no me arrepiento de nada, quizás de solo mi ultima carta, una carta llena de emociones ocultas y palabras dichas con la razón y no el corazón, desde esa carta me he puesto una mascara de frialdad, una mascara que me impidiera ser "Yo"de la forma mas eficiente y clara.
Fueron buenos recuerdos después de todo, son el precio de crecer y seguir, solo una cosa me quedo dando vueltas en la cabeza, y fueron mis promesas, al remitente de todas mis cartas solo le puedo decir:
"Yo jamas romperé ninguna de ellas, así que eres libre de hacerlas valer cuando quieras o necesites", y esto lo digo como quien deja una nueva carta al viento esperando que este me ayude a entregar mi mensaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario