Desde una habitación oscura y cerrada las sombras que jamas le dejaran en paz vienen a por ella, la soledad y la locura solo fueron los primeros pasos para quien su única solución es huir de el pasado, la luna llena alumbra sobre un calmo mar, el brillo pálido del cielo es lo único que refresca su espíritu, hace tiempo se abandono a si misma, dejándose caer a lo mas profundo del abismo, donde no existe un futuro mejor, un mundo de sueños he ideales, solo la cruel realidad bañada en irónica suciedad.
Frustrada derrama unas lagrimas y comienza su triste marcha nuevamente, no desea jamar mirar atrás, solo hay recuerdos dolorosos y molestos, el presente es mejor evocarlo como una huida sin fin, escapando tanto de la realidad como de si misma, otros mundos parecen mas acogedores y placenteros, un lugar donde poder descansar de si misma, de lo que ella alguna vez fue, un lugar donde parezca ser aceptada tal cual como es. Pero por mas que lo intente, por mas que escape y se esconda existe una sombra persistente que no le deja en paz, una sombra que solo le puede producir pena y enojo, la figura de un can de pelaje oscuro como la noche y ojos calmos de esmeralda, siempre acosándola como si no tuviera nada mejor que hacer, como si buscara castigarle y hacerla caer en la locura una vez mas, como si buscara hacerle sentir mas pena de la que ya guarda en su interior, ella le espanta con sus mejores armas, pero poco se puede hacer contra una sombra.
La larga noche solo es un martirio rutinario, donde la oscuridad no le dejara descansar, solo cuando los primeros rayos de luz se dejen ver por el inmenso cielo, la "chat noir" podrá encontrar la calma sin sombras para descansar en un mundo distinto, donde esperemos sean mas sueños que pesadillas, antes de que el sueño y el agotamiento le venzan solo puede decir "te odio"...
(espero esta noche que supone ser "mística" este llena de gatos negros)
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