Los guerreros avanzan con furia sobre sus oponentes, no existe alma que pueda hacerles retroceder, es un escenario dantesco, los cuerpos de los caballeros caídos en batalla son varios y la muerte nunca llega de forma hermosa cuando se muere atravesado por el acero frio, desgarrador, aun queda la expresión de dolor en sus caras, si es que estas mismas no han sido mancilladas por la batalla misma, dentro de este escenario las armaduras oxidadas por el color carmesí brillan en el atardecer, una armadura que suponía ser blanca solo con unas lineas rojas, un guerrero que porta una espada de una sola mano con un gran escudo con la forma de una hoja de tilo, para mostrar que es tan fuerte como para derrotar un dragón pero sigue siendo humano destaca por su habilidad, al verle impone un respeto digno de un caballero santo, por su contra parte un caballero con una armadura verde oscura como la piel de un dragón, sin escudo ya que solo sostiene una espada de colosales dimensiones en sus manos, sus enemigos al verle atacan sin piedad al creer que solo fanfarronea con su gran espada, el ríe con demencia y les hace ver que sus estúpidas impresiones mucho distan de la realidad, estos dos guerreros pertenecen a ejércitos distintos, ambos son considerados héroes en sus bandos, por lo que inevitablemente se verán obligados a luchar el uno contra el otro, bien podríamos llamar al caballero blanco con lineas rojas un paladín mientras que al otro caballero de armadura verde oscura un berserker.
En un campo lleno de muerte y destrucción estas dos almas guerreras se encuentran por ves primera, se miran de forma desafiante, ellos son capaces de entender en un instante el poder de cada uno, existe una pequeña vacilación en sus armas, entonces el caballero de la gran espada comienza a hablar:
Berserker: Tu armadura blanca es imponente caballero, tu escudo también, pero seras capaz de protegerte de esto.
Y como si no fuera pesada puso delante de el su gran espada, el caballero blanco se sorprendió un momento y luego dijo:
Paladín: Mi escudo es capaz de defenderme de cualquier ataque ya que esta hoja es símbolo de mi determinación pero no olvides que tengo dos manos y solo has visto mi surda.
Con un suave movimiento de su mano derecha dio a mostrar una espada que brillaba por su gran filo y era de color carmesí por la gran cantidad de sangre que tenia impregnada, el guerrero berserker sonrió amigablemente y dijo:
Berserker: Eres alguien interesante, muy interesante, pero por eso mismo uno de nosotros dos tiene que morir!
Continuara.
(solo por cosa de tiempo no la continuare hoy...se hizo tarde)
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